Caracas hay que olerla, hay que sentirla, hay que palparla, miles de sueños emigran desde el interior del país creyendo que será "más fácil", que las oprtunidades caeran como lluvia, su gente la inunda por donde quieras que vayas, cada uno con su propia identidad, con su propio acento, con su propia cultura, con su propia esencia.

Despertamos cada día en busca de eso que llamamos Felicidad, y ¿Qué es la felicidad? ¿Será escaparse un fin de semana al pulmón  llamado Ávila? ó ¿Será irse a un bar y bailar salsa hasta el amanecer? O mejor aún recorrerla, conocerla y observarla simplemente sentado desde un banco en la plaza Bolívar, Mientras los niños corren y saltan de alegría por atrapar una paloma o darle un poco de comida con sus pequeñas y delicadas manos inocentes.

Sí esa es la felicidad, la más sencilla, la más sublime, la más serena. En la ciudad te encuentras esquinas con nombres y personajes a cada esquina. Caracas es elocuente, aventurera, divertida, ruidosa, agobiante, fría o calurosa, ella nos acoge y depende de nuestra óptica y actitud como   apreciarla, disfrutarla y cuidarla.

Sus paredes están llenas de historias frías y calientes que nos pertenecen y seducen nuestras mentes.

 La  ciudad desde tu experiencia  y nuestra ciudad desde ese abrazo que nos une como familia Venezolana. Ríe, llora, grita, baila, agradece, camina, observa, sonríe, siente, protesta, defiende, ve, conoce, evoluciona, construye,  cuida, ama, Vívela!

Y aunque no sea Caraqueña, también me perteneces Caracas✏ ❤

Graciela Küper

Fotos tomadas por esta servidora @gracikuper
Av. Libertador, Colegio de ingenieros y Parque Generalísimo Francisco de Miranda