Cervantes Magazine Vol. 8:Criptocine y criptoseries

[Cervantes Magazine - Vol. 8]



Esta semana, el tema entorno al que gira el magazine, es la solidaridad. Según entiendo, hay tres variantes, el cine solidario, el cine que muestra valores solidarios y el cine que aborda desastres donde es necesaria la colaboración y la solidaridad para poder salir adelante. Como yo no soy de meterme en temas filosóficos, morales o de valores humanos, voy a descartar las dos primeras variantes y me voy a quedar con la tercera… Las referencias van a ser Lo imposible y San Andreas.





Nos guste o no, el cine y la televisión son un recurso educativo fundamental hoy en día, los niños se saben mejor los nombres de sus héroes audiovisuales que el de algunos de sus familiares. No saben el nombre del mes actual, pero conocen nombres japoneses de difícil pronunciación… por cierto, un mensaje desde el afecto y el cariño a los creadores de Pokemon. Podrían buscar unos nombres menos rebuscados para esos malditos bichejos. Si, ya lo sé, provienen del Oriente y sus nombres son orientales… ¡¡¡Pero también los personajes humanos son orientales y no tienen los ojos rasgados!!!

Tras esta breve interrupción seguimos. Bueno, partiendo de la base de que los medios audiovisuales son un recurso educativo y fomentan valores de uno u otro tipo, podemos llegar a la conclusión de que lo que nos llega mayoritariamente desde el gigante audiovisual estadounidense es cualquier cosas menos solidario. No voy a entrar en conspiranoias que dicen que eso es adrede, voy a ser un poco más “ingenuo” y lo voy a achacar a que los argumentos poco solidarios son más abiertos a la acción y atracción de espectadores… no me entendéis, ¿verdad? Lo explico con un ejemplo.


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Imaginad The Walking Dead. Como todos sabéis, los zombis no son muy de atender a razones, solo quieren comerte por los pies, sin cocinarte ni nada, a lo crudo y sangriento. Pero no todo son zombis, también hay otros humanos sobreviviendo como pueden… ¿son solidarios? La respuesta es no, son unos egoístas individualistas que solo se preocupan de ellos mismos y de lo que ellos consideran su familia.

Ahora imaginemos la misma serie desde un punto de vista moral solidario… Los humanos se ayudan entre sí para derrotar al enemigo. Solidariamente construirían un refugio, solidariamente trabajarían la tierra para conseguir alimento, solidariamente buscarían recursos para sobrevivir… en tres o cuatro capítulos, ya sería una serie plana, sin interés ni emoción, todos son amigos, todos se preocupan por todos y colaboran… que va, eso no vende, ¡¡¡casi parece Comunismo!!! Eso no puede ser, vamos a enseñarles cuál es el estilo correcto a todos esos ciudadanos que malviven en este sistema de cosas que tenemos… lo que no te hagas tu, no te lo va a hacer nadie, la solidaridad casi es un pecado en un sistema competitivo como el capitalista.

Ahora bien, cuando ocurre un desastre real, como los que desgraciadamente están sufriendo nuestros hermanos en Latinoamérica, aparecen los valores aprendidos y entonces surgen escenas impresionantes. Afortunadamente no todas esas escenas son negativas como hemos visto, por ejemplo, en México tras los terribles terremotos que han sufrido recientemente. Esas escenas de SOLIDARIDAD que todos hemos podido ver por la red hacen retomar la fe en el ser humano de nuevo y nos demuestran que, como siempre, hay personas buenas y personas malas. Lamentablemente, los buenos actos raramente son noticia y sin embargo, los actos violentos, criminales e inhumanos siempre. ¡¡¡Siempre!!! Se extienden como la peste por todos los medios de comunicación y acto seguido, siempre aparece algún “iluminado” que dice… claro, eso es porque lo ven en la tele y las películas… o mejor, ¡¡eso es porque juegan videojuegos violentos!!

No le demos tanto poder a quien no lo tiene, no hay nadie que forme su personalidad sólo viendo tele y películas. La familia, la religión o su ausencia o la educación en valores, por poner ejemplos, es más importante que los medios audiovisuales que solo sirven, o deberían servir, para consolidar y no enseñar… como norma general, las películas y las series se las debe considerar como un entretenimiento, da igual si muestran valores positivos o negativos.

Hablando de entretener…
A mí me gustan las películas de desastres y reconozco que cuanto más disparatadas, mejor. Creo que mi capacidad de empatizar es muy alta y no me gustan las historias realistas porque sufro a lo tonto en exceso. Por este motivo, entre “Lo Imposible” y “San Andreas”, me quedo con la segunda, aunque reconozco que la primera es infinitamente mejor película, en todos los sentidos.


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Lo Imposible es una película de factura española de J. Bayona estrenada en 2012 y con un reparto de lujo, ninguno español. Esta película cuenta las vicisitudes de una familia española durante el tsunami que arrasó el sudeste asiático en el año 2004. Durante todo el film podemos apreciar todo tipo de sentimientos humanos, incluido el de la solidaridad, es una película extremadamente desasosegante que te agota y te tiene en vilo, te hace sufrir si te metes en ella de lleno. Una de esas películas imprescindibles si te consideras un cinéfilo decente.


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En el otro extremo de la balanza, he seleccionado San Andreas, pero podría haber elegido alguna otra. Como esta, hay cientos de películas, unas más creíbles que otras como suele pasar. En este caso, la película mencionada, es increíble del todo, pero tiene unos FXs que te hacen retorcer en la butaca impresionado mientras ves como van sucumbiendo miles de personas en un desastre sin parangón. Aquí no se destaca ningún valor que no sea el “yo”… ¡¡me da igual lo que pase mientras yo y los míos estemos bien!!!! Cuando estemos bien, ya si eso, igual nos planteamos ser solidarios y ayudar al prójimo, pero no te lo garantizan, de hecho, estas películas suelen terminar cuando el héroe de turno ya ha encontrado a su familiar, hija, hijo, mujer, perro, etc, después te sugieren que van a empezar a ayudar al resto de vecinos, pero eso lo tienes que suponer, nadie te lo confirma xD

Yo por mi parte, voy a poner mi granito de arena por un mundo mejor, voy a obligar a mis hijas a ver Bichos y Buscando a Nemo y así que vayan cogiendo conceptos solidarios. Las películas no educan, pero son una herramienta muy válida, solo hay que seleccionar bien lo que queremos transmitir a las siguientes generaciones. Luego saldrán como saldrán, pero al menos, yo lo habré intentado ;)

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