HOMO HABILIS (Hombre constructor) Parte siete

Para montar los andamios una persona sola hay que echarle paciencia…
Para seguridad, en cuanto llegaba a la ventana, los ataba a las rejas fuertemente, por si acaso… a pesar de todo vibra un poco, pero no hay que tener miedo, porque los andamios son muy seguros a no ser que se padezca vértigo.

Para subir los cubos de pintura compré una polea -en Málaga le llaman “garrucha”- y aproveché un puntal de hierro que se habían dejado olvidado los encofradores. Se dejaron varios puntales que yo aproveché para realizar las obras que hice yo solo. Con un acero también sobrante de la obra instalé la polea“en todo lo alto”. Aprendí muchas palabras no sólo técnicas de soluciones constructivas sino coloquiales, muy interesantes para un estudio lingüístico-léxico. Ejemplos: Un tubo con sifón, “tubo sifónico”, se le llama “tubo sinfónico”, o al tubo de drenaje en los cimientos, se le llama “el engranahe”. Pero no nos vamos a entretener en esto. Sigamos con la pintura:

Por supuesto, una soga para subir los cubos de pintura

Una vez que había subido el cubo, rodillo y brochas, ataba la cuerda al andamio y después ya subía yo con cuidado.

Para pintar el exterior hay que tener en cuenta dos cosas importantes:

La calidad de la pintura:
Compré la pintura de la mejor calidad, con la máxima concentración de resina. Ojo con estos datos los que pinten muros exteriores.
La primera mano ha de ser muy aguada para que penetre bien por todos los poros. Esto es importantísimo. Así la segunda mano ya agarra en la primera que ha penetrado totalmente y ya no se descascarillará nunca. Al cabo de 15 o 20 años se vuelve a pintar y sigue como nueva.

Cuando terminé de pintar, me llamó Antonio diciéndome que si yo no tenía tiempo que me enviaba dos hombres para terminar la acera. Trabajo previo sería limpiarlo todo bien y que podía haber trabajo para tres o cuatro jornadas, porque había que hacerlo a mano, con pico, pala y azada para no dañar los ladrillos de la valla.

Me armé de valor y le dije que lo intentaría yo sólo.
Me contestó que tenía pedido el hormigón en la fábrica para la siguiente semana.
Esta es la vez que me inquieté un poco por la premura, pero dediqué todo el fin de semana, sábado y domingo, de sol a sol, descansando una hora para comer un bocadillo y media hora horizontal con relajación yoga. Me sorprendió mi mujer que me llevó una comida suculenta en vez del bocadillo y me hizo esta foto. Descansé más tiempo del previsto pero terminé el trabajo el domingo por la noche.

El lunes llegó Antonio con el camión del hormigón a las ocho de la mañana y yo no pude estar mientras lo echaron pues tuve que preparar mis clases de esa semana.

El arreglo de la acera tuve que hacerlo porque el Ayuntamiento me expropió más de cincuenta metros cuadrados de parcela para que retirara la valla y dejar la acera más ancha. Fui al Ayuntamiento a preguntar con cuánto dinero me indemnizarían la expropiación y el funcionario se sonrió y me explicó algo que a mí me parecía inaudito. Además tuve que pagar los gastos de Notaría y ponerlo a nombre el Ayuntamiento en el Registro de la Propiedad; y tuve que declarar que era una donación voluntaria que yo le hacía al Ayuntamiento. Yo le dije al funcionario que me parecía muy mal, y que por lo menos no me cobraran esos gastos de Notaría y Registro. La contestación fue que es una ley que no puedo dejar de cumplir y que en este caso es el expropiado quien tiene que correr con todos los gastos . Conque tuve que aguantar mi enojo y aceptar lo que la ley votada democráticamente dictaba.

Todavía quedaba mucha obra en los exteriores y en el interior de la casa para que el hábitat de mi familia y mío fuera digno y cómodo.

Una vez terminado el arreglo de la acera, hice estas fotos de la casa pintada.

A pesar del peligro al subir y bajar de esos andamios, consideré que hacer una casa sigue siendo fácil.

Seguiré con el resto de las obras.

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
1 Comment