Me siento bien. Llena de energía. Soy la misma de siempre. Me gustan las mismas cosas, mantengo mi buen humor, me encanta lucir hermosa con atractivos zapatos de tacón alto y falda corta. Puedo correr y saltar, puedo subir las escaleras de dos en dos, dejando un escalón de por medio para llegar más rápido. Puedo hacer lo que se me antoje, no importa mi edad. Eso piensa mi mente. Por dentro, sigo siendo una atractiva chica de 15 años... Pero por fuera, ya no soy la misma, y las hazañas que en mi mente pienso que puedo hacer, resultan un tanto diferentes en la realidad... Expectativa Vs realidad...
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Como suele decir @oizaguirres en "Mi Mente y Yo", una cosa piensa el burro y otra quien lo arrea. Pues bien, pensando estas vivencias que todos los que vamos avanzando en el camino de los años hemos podido experimentar alguna vez, recordé nuevamente un dicho de mi famosa tía Pocha. Sabio y gracioso como todos sus dichos: Si no fuera por el espejo... No sabría que estoy vieja.
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