Después de haber realizado las arepas y asado el pescado, fui a dar una vuelta por los alrededores de la casa, recuerdo hace ya unos 18 años aproximadamente había estado allí, en ese mismo lugar, tomando agua y comiendo uno bollos y sardina enlatada, que el antiguo propietario de esa vivienda nos ofreció, estaba en ese entonces con mi hermana menor, ya que nos encontrábamos exhausta de la caminata de regreso, y con mucha hambre, debido a que mis tíos vivían por esa montaña adentro como a unos 5 kilómetros, todos los que poseían parcelas o terrenos se conocían, caminábamos más de una hora cada vez que visitábamos a mis tíos, desde la montaña hasta el pueblo donde se agarran los carros de la ruta. Es una experiencia que jamás olvidaré, ese gesto de bondad de aquel anciano, que hace años murió y su casa fue vendida a estas personas que recién estábamos conociendo por medio de mi cuñado, los cuales nos recibieron con mucho cariño.
Cuando me encontraba en la parte trasera de la casa, vi a un burro e inmediatamente llamé a mis hijas y a mi esposo para que vinieran a verlo, el animal se mostraba algo asustado y nervioso, cuando pregunte sobre quien era el dueño, salió un niño diciendo "no es un burro es una burra, es de mi papá", no es adulta, traté de acercarme lentamente pero se escabullía, eramos desconocidos y no nos tenia confianza.
Mi esposo intento irse por detrás para traerla hacia mi, pero seguía mañosa, después de pocos minutos intentando, pudimos tocarla, tratamos de ser amables con ella, se quedó quieta, le dimos muchas manos de caricias, para que no se escapara. Las niñas aprovecharon de montarse solo para las fotos.
Estos animales son a menudo maltratados, a fuetazos, muchas veces hasta sobrepeso le colocan y sufren mucho, espero este no sea el caso de esta linda burrita que luego de estar arisca se porto muy bien con nosotros. Es otra bonita experiencia que quedara en los recuerdos.
After having made the arepas and roasted the fish, I went for a walk around the house, I remember that 18 years ago I was there, in that same place, drinking water and eating some canned scones and sardines, that the former owner of that house offered us, I was then with my younger sister, since we were exhausted by the way back, and very hungry, because my uncles lived in that mountain in about 5 kilometers, all those who had plots or land were known, we walked more One hour each time we visit my uncles, from the mountain to the city where the cars on the route are caught. It is an experience that I will never forget, that gesture of kindness of that old man, who died years ago and his house was sold to these people that we just met through my brother-in-law, who received us with a lot of affection.
When I was in the back of the house, I saw a donkey and immediately called my daughters and my husband to come to see him, the animal was somewhat scared and nervous, when asked who was the owner, a child said no It was male but female and that was his father, is not yet an adult, I tried to approach slowly but moved away, we were unknown and there was no confidence of the animal towards us.
My husband tried to go to the back to take her to me, but she was still cunning, after a few minutes we managed to touch her, we tried to be nice to her, she stayed quiet, we gave her lots of caresses, that made her not escape, and she went receptive. The girls took advantage of climbing on their back just for the photos
These animals are often mistreated, with strong, often overweight, they put it and suffer a lot, I hope this is not the case with this beautiful donkey who after being rude behaved very well with us. It is another beautiful experience that will remain in the memories
