Hace un par de semanas les comentaba sobre mi adicción por la Coca Cola (post), es impensable tratar de comerse una pizza sin probar un trago de este refresco.
Pues bien, en el país existe un desabastecimiento de muchos productos de primera necesidad y aunque este refresco no se considere de "primera necesidad" hace falta a la hora de comer, por eso es mi adicción. A falta de Coca Cola, "pues dame Pepsi Cola, estamos en tiempo de crisis" ese ha sido mi nuevo pedido al vendedor de la Panadería Super Pierre de una semana para acá.
Estadísticas a nivel mundial afirman que el consumo de Coca Cola es mayor que de Pepsi Cola y aquí en el país también se cumplía esta tendencia. Esto se debe a que en la primera se siente más refrescante el gas carbonatado y es menos dulce, según los expertos bebedores de refresco, como yo, jajaja.
Las opciones son pocas y ya me estoy acostumbrando a decir "dame una Pepsi". Por curiosidad, busqué información sobre el nombre:
Pepsi viene porque uno de los ingredientes es la pepsina, que es una enzima digestiva
Cola para darle el color y sabor de las nueces de cola
Además, se usa azúcar, mucha azúcar! y aunque ya tiene 214 años en el mercado mundial no existen medidas restrictivas legales para ser considerada una bebida mortal.