Ojos.
Ojos de cañaverales
o de floridos trigales
con brillos esmeraldinos.
Ojos verdes como mares,
de esos espectaculares
con esplendores divinos.
Ojos de lindos destellos,
verdes, preciosos y bellos
que hasta te dejan sin voz.
Ojos de admirable acento
de vegetal movimiento
y obra exquisita de Dios.
Ojos que son para verlos,
admirarlos y tenerlos
para pintar o leer.
Ojos de belleza inmensa,
de iluminación intensa
que lo que provoca es ver.
Ojos cual lindos trofeos
que satisfacen deseos
en el corazón profundo.
Tal vez con esa mirada,
parezcan en la alborada
los más bellos de este mundo.
Foto cortesía de la dueña de los ojos: Karla Gabriela.
Autor: Landis Rafael Álvarez Lecumberre
@lecumberre
¡Qué bonito es ser poeta en este hermoso universo
para decir todo en verso desde la a hasta la zeta!