Las personas con buena agudeza visual a veces no valoramos el sentido de la vista, ¿sabías que el 85% de los estímulos que llegan al cerebro son visuales?
¿Qué pasaría si un día perdieras la visión en un ojo? Ya no tendrías visión tridimensional o estereopsis. Sin embargo, te orientarías gracias a la perspectiva.
¿Y si perdieras la visión completa? Te sentirías como en una cueva rodeada de oscuridad. La ceguera total es poco frecuente, principalmente se debe a una falla a nivel del nervio óptico o alguna lesión en el cerebro en sí.
¿Ciego o discapacitado?
Utilizamos el término ciego solo para personas que son incapaces de distinguir la luz, sin embargo, el vocablo discapacidad visual se utiliza en personas con visión inferior a 20/200, esta medida indica que el paciente ve a 20 pies lo que una persona normal es capaz de discernir a 200 pies: su potencial visual es 10 veces inferior al promedio.
La lucha de vivir en la oscuridad
Existen personas que nacen con discapacidad visual, esto está asociado con alguna enfermedad congénita, metabólica, o viral. Ameritan rehabilitación visual temprana para desarrollar adecuadamente el resto de los sentidos.
Otros individuos presentan la discapacidad a lo largo de la vida, bien sea por retinopatía diabética, glaucoma o traumatismo, o incluso por falta de atención médica, sobre todo en los países en vía de desarrollo, donde las cataratas se podrían solucionar con una cirugía ambulatoria.
Algunos individuos pierden la visión progresivamente, otros lo hacen de manera abrupta, por ejemplo: ante un tumor ocular o un traumatismo severo que afecte las estructuras oculares.
¿La ceguera acaba con mi vida?
No, tu cerebro se reorganiza para aprovechar el área de la corteza visual y asignarle otras tareas. La mayoría de los discapacitados visuales utilizan esta área para determinar con más destreza estímulos auditivos y táctiles. Por eso les es sencillo identificar rostros a través del tacto, y algunos logran desarrollar ecolocación para evitar el uso del bastón.
La ecolocación humana, consiste en emitir sonidos con el paladar y a través del choque de la onda sonora, lograr identificar si hay presencia o no de objetos que nos puedan provocar caídas en nuestro camino.
Si me quedo ciego, ¿seré una carga para mi familia?
Esto es un rotundo no, muchos ciegos son independientes, se visten solos, combinan sus prendas a través de dispositivos que le dicen los colores de las mismas, cocinan gracias al sentido del olfato, oído y gusto. Se capacitan en un oficio u profesión y son solventes económicamente.
Hoy en día, se conoce que el cerebro es incapaz de distinguir entre la realidad y la fantasía. Si puedes soñarlo lo más probable es que puedas lograrlo. Continuamente está saliendo tecnología para apoyar a los individuos con deficiencia visual.
Si conoces a alguien que luche con este problema, bríndale apoyo sin sobreprotección y anímalo a asistir a los institutos de rehabilitación visual.
Recuerda, como dice el Principito: “Lo esencial es invisible a los ojos”. Un diagnóstico no etiqueta tu vida, siempre hay salidas y, gracias a los avances de la medicina, esas salidas son cada vez mejores.
Y recuerda: la ceguera no es un estado físico, sino, mental; tú decides dónde quieras llevarlo.