Uno de los viajes más brutales que he realizado fue hace ya unos años a Londres, una ciudad con un encanto especial, preciosa, viva, un lugar donde se mezcla lo moderno con la historia, la música de distintas épocas, un lugar de obligada visita para los viajeros como yo.
Una de las recomendaciones que os doy cuando viajéis a una ciudad tan grande como Londres es que el primer día cojáis uno de esos autobuses turísticos, que ya casi tenemos en todas las ciudades, ya que os ayudará a centraros y a saber cuales son las principales visitas que queremos posteriormente realizar, nos da un vistazo de golpe de toda la ciudad.
Londres es una ciudad enorme por lo que tendremos que usar el metro para poder visitar todos los lugares de tan bonita ciudad. El paisaje de contrastes en sus calles son ideales para fotografías ya que se mezcla ese rojo de sus autobuses y cabinas de teléfono con el color grisáceo de sus edificios.
BIG BEN Y EL PARLAMENTO:
Entre los edificios más emblemáticos tenemos el tan famoso Big Ben y el Parlamento. Técnicamente el Big Ben es el reloj de Parlamento, enorme y se ve fácilmente desde todo Londres. Su nombre se debe a que tiene una pedazo campana en su interior de 14 toneladas. Su reloj tiene un diámetro de 7 metros y cobró vida por primera vez en 1859. Su altura 96, 3 metros nos contaron, vamos que como para que los londinenses no tengan ninguna excusa de puntualidad.
Yo como buena abogada también quise visitar el parlamento en una visita guiada por dentro y en castellano, todo un lujazo, me encantó ver el entresijo de los políticos ingleses, tanto la actualidad como sus orígenes.
LA NORIA O THE LONDON EYE:
Una enrome noria de 135 metros de altura inaugurada en el año 2000, es otro de los grandes atractivos turísticos de la orbe.
EL PUENTE DE LA TORRE:
Es un puente enorme y precioso por el que se cruza el mítico Támesis y se encuentra cercano a la Torre de Londres. Ver como se eleva para dejar el paso de grandes barcos es todo un espectáculo. Tardaron 8 años en construirlo, siendo inaugurado por fin el 30 de junio de 1894.
LA CATEDRAL DE SAN PAUL:
Es impresionante tanto por fuera como por dentro. Si subimos hasta arriba de su cúpula podremos admirar una de las mejores vistas de Londres.
Otro día os sigo contando otra serie de lugares emblemáticos de Londres, que me quedo ordenando el mundo con unos colegas.
