Operarse la nariz: Casi tan malo como parece. Mi experiencia.


Toda mi vida he asistido a distintos otorrinolaringólogos y alergólogos en busca de una solución a mi problema: Muchísima dificultad para respirar y congestión nasal. Todos, en todos los casos, me daban algunas gotas para disminuir la congestión pero que nunca resolvieron nada. Siempre respiraba por una sola fosa nasal, y muy poco.

Decidido a un tratamiento más eficaz, ya a mis 21 años, me dispuse a someterme a la cirugía pertinente, la corrección de la desviación de tabique, extracción de dos espolones en el mismo y la corrección de la hipertrofia de mis cornetes. Todo esto me permitiría respirar mejor, pero era muy costoso para costearlo por nuestra cuenta ya que muy pocos sitios estaban contemplados por nuestro seguro médico. 

Tras recorrer varias clínicas y consultorios diferentes, haciéndome los estudios en simultáneo: TAC de senos paranasales, tratamiento con antialérgicos y estudios preoperatorios, logramos dar con la clínica en la que cubriera por completo la operación nuestro seguro.

Un día antes de la operación, me realicé la evaluación preanestésica pues me administrarían anestesia general. El doctor, muy amable, me hizo unas cuantas preguntas referente a mi historial médico, alimentación, ejercicios y actividades de mi vida cotidiana.

Llegado el día, jueves a las 7 am estaba en la clínica en ayunas esperando a que me pasaran al quirófano. Esperé un rato, me dieron mi bata, me suministraron ciclokapron para ayudar a la coagulación de la sangre. Me pusieron en una camilla y me enviaron al quirófano, allí me suministraron la anestesia y breakers abajo.

Desperté, me dolían los dientes incisivos superiores y tenía una rara sensación de algo incómodo sobre el labio. Ya tenía mi camisa puesta.

Me tomé una foto:

Un no muy lindo bigote artificial del cual aún no entendería su propósito. 

Seguí acostado un rato, mientras terminaban de suministrarme un medicamento via intravenoso, no recuerdo qué era. Suero, supongo. 

No fue sino hasta que eso estuvo listo y bajé al cafetín con mis padres a desayunar que me di cuenta de la función del bigote. Sangre. Sangraba muchísimo. El bigote quedó empapado de sangre cuando terminamos de desayunar (me comí a duras penas un trozo de torta, ya que no podía subir el labio superior, me dolía, 

Fuente de la imagen

Sonreía algo similar a esta señora, pero con un bigote artificial, blanco, lleno de sangre. De la misma forma comí. Al terminar de desayunar, busqué a la enfermera para que me cambiara mi bigote, pues ya estaba muy full.

Ya fuera de la clínica, con mi nuevo bigote:

En esto se basó mi reposo. Cambiándome el bigote y limpiándome la sangre a diario con jeringa llena de solución fisiológica.

El lunes en la mañana fui al control con la doctora.  Me hizo una limpieza bastante dolorosa arrancándome las costras que se habían formado con unas pinzas sospechosamente versátiles y me enteré de que no sólo tenía sangre constante en mi nariz, también tenía dos tubos que impedían que la cicatrización bloqueara las fosas nasales, al mismo tiempo cumplían la función de "férula" manteniendo el tabique "en su lugar". Estos dos tubitos, uno en cada fosa, estaban sujetos a mi nariz con unos puntos en el área en donde se coloca el piercing septum. Estos puntos se aflojaron de alguna manera y la doctora decidió terminar de sacármelos y volverlos a hacer, lo cual hizo sin anestesia, así que ya se qué se siente hacerse el septum. Sangre y dolor.

Aún así, el mismo lunes en la noche fui a defender una exposición en la universidad para la asignatura de Mantenimiento de Equipos Electromecánicos, en la que había estado trabajando un par de semanas, sobre ascensores y escaleras mecánicas. Normalmente no iría con un reposo y en las condiciones en las que estaba

outfit post-operación pre-exposición

Realizada mi exposición, ahora si cumplí bien mi reposo. Al lunes siguiente, la doctora volvió a hacerme la dolorosa limpieza, esta vez un poco menos sufrida, ya que tomé las previsiones de ir limpiando poco a poco yo mismo mi nariz. Pero aún los tubitos permanecerían en su sitio. 

Una semana más de limpieza a presión con jeringas llenas de solución fisiológica en las cuales mis ojos y el resto de mi cara también se vieron beneficiados (es difícil apuntar esta cosa). Y ahora sí, la doctora me quitó los puntos y luego los tubitos. Sentí que me quitaba mucosidades absurdamente grandes que llegaban hasta las cejas. Me limpió un poco y me puso mi bigote nuevo.

Me dio gripe. Creo que esta fue la peor parte. Muchos estornudos, muchísima mucosidad, mucha sangre. Gasté 100 hisopos para limpiarme la sangre en una semana.

Ahora, el reposo continúa. Sigo sin poder hacer fuerza porque me sangra la nariz. Aún debo ir el 13 de este mes. Pero puede decirse que estoy mucho mejor. Aún tengo la nariz un poco congestionada, no se si por la gripe, la cirugía o las dos al mismo tiempo. Al menos así, ya puedo respirar por las dos fosas.

Poco a poco, retomo mi vida normal (y espero que vaya mejor)

Foto por @brendahcaroline


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