Certeza de vida y de muerte. Reto 12 votos. Semana 2. Tema: La muerte.

Todos en alguna ocasión nos hemos sentido cercanos a ese momento definitivo que representa la muerte, ya sea por enfermedad propia, de alguien cercano, por algún tipo de accidente, hemos sentido su presencia. Culturalmente no nos preparamos para este inevitable evento, sin embargo, siempre está presente.

Si alguna vez hemos estado sometidos a una enfermedad importante, o un accidente grave, habremos sentido lo frágil que somos, habremos sentido una desarmonía contraria a sentirnos vivos y bien, dándonos cuenta de nuestra finitud corpórea.

En la generalidad nos comportamos como seres inmortales, olvidando que morir es una certeza. Como dice Fonnegra: “morimos con los ojos cerrados, inconscientes ante la realidad de la muerte o por esta razón, acercarse a su misterio, descorrer el velo de la ignorancia que le rodea, es un desafío que incomoda, que perturba, que inquieta”.

Soy firme creyente de un modo de vivir que significa estar siempre consciente de la vida como un don que debemos disfrutar. No estar preocupados por males que no existen y mantener una armonía con esta vida y las personas que en ella están. Ocurre en muchos casos que, al ignorar este evento, hay personas quienes incluso pueden pensar que es imposible que les pueda ocurrir, que es algo “antinatural”, cuando resulta ser lo más natural de la vida.

¿Cómo enfrentaríamos la vida en caso de conocer cuando nos iremos de este plano? ¿Qué planes tendría? ¿Cuánto esfuerzo pondría al logro de mis metas?

Es imposible saber cuán diferentes seríamos ante este conocimiento, pero quiero pensar que es fundamental, que es supremamente importante luchar cada día por este regalo milagroso llamado vida, esforzarnos por y en ella, aprendiendo, compartiendo, además siendo mejores personas en cada momento vivido. De ser de este modo, de seguro que el recuerdo, ya en ausencia, será algo digno de tener presente.