Uncovering The Most Transcendental & Biggest Secret In The Human Life. ¿Skeptical? I will challenge you to prove otherwise!!

«ANNOUNCEMENT»

This one is the Spanish version of this article. Very soon, in the next few days I will post The English version.

'Although to be honest, after my amazing translation skills, you can bet it will be mostly The Spanglish version'

So, being the fact that most people here on steemit, and on the net in general, use and understand english better like the universal and official language of the Information Highway, then, if you are very impatient and can't wait to gain access to this unique and privileged knowledge that I offer you here today.. Well, you can always use Google Translation Services right away if you like to be lost in the jungle with The Tarzán Versión. ;) 

Therefore, I suggest you just wait a little bit to get this blissful message rightly and thoroughly across your inner mental system about a simple matter & issue which has puzzled the humanity for eons.


"Mysteries and Enigmas I consider that millions but billions of people are born and die without knowing or having never deciphered"

Historias de días de gloria. ¡PARA LA POSTERIDAD!


Recuerdo que cuando era niño, bastante niño por cierto, solía plantearme y preguntarme de lo arrecho que sería disponer de una biblioteca, o algo así por el estilo, a la que nos fuese posible tener libre acceso en cualquier momento para poder buscar, indagar, investigar y eventualmente encontrar información sobre cualquier cosa o idea que nos cruzase por la mente por muy extravagante, extraña o fuera de lo común que esta idea fuese y obtener respuestas en el mismo instante en que lo requiriese.


Se trataba entonces, solo de permitirme dar rienda suelta a mí imaginación e intentar lograr obtener respuestas de inmediato a mis inquietudes, dudas y preguntas por muy fantásticas y tiradas de los pelos que estas pudiesen ser tal y como las hubiese percibido, interpretado y concebido en un momento dado.


La clave iba a estar en lograr tener acceso a la fuente de información y conocimiento para convencerme por mí mismo de manera íntima e individual, teniendo la oportunidad de evaluar que tan soñador o lejos de la realidad estaba, tal cual y como percibía nuestro mundo, entorno y realidad más cercana y en especial desentrañar la lógica de toda aquella idea o pensamiento producto de mí imaginación, raciocinio e intelecto tal cual y al mismo ritmo en la que esta apareciese y surgiera en mí mente.


Recuerdo haber manifestado muchas veces esta inquietud en voz alta ante mis mayores, los adultos, la familia y en resumen cualquier ser que estando allí cerca para escucharme fuese considerado por mi lo suficientemente informado y confiable para proporcionarme alguna pista de en donde comenzar a buscar.

El excepcional ambiente bajo el cual siempre estuve tempranamente rodeado.

Siempre tuve la fortuna de estar rodeado de seres extraordinarios, con una inteligencia natural extrema, altamente conscientes y perceptivos, curiosidad infinita como la mía, una capacidad de comprensión mucho más allá de lo convencional y rebosantes de un amor y humildad que supera todas las estadísticas, cualidades que por fortuna los alejaba mucho de adoptar o asumir ninguna postura fanática sobre nada en la vida y en consecuencia totalmente abiertos a nuevas experiencias, posibilidades y a la idea de que no existen absolutos.


Por lo que mi gran suerte radica en que siempre me dejaron ser, tal cual como me manifestaba de manera natural, espontánea y sin esfuerzo, sin cortapisas ni condicionamientos irracionales en cuanto a formas de pensar, sin dogmas ni doctrinas a las cuales ciegamente seguir, con curiosidad infinita compartida, ávidos de aprender y enseñar y con la maravillosa guía de una lúcida consciencia y sentido común fuera de serie aunado a unos muy sólidos principios éticos, morales, humanos y racionales que poco abundan en este planeta.


Obviamente que ya ellos albergaban, tenían y mantenían sus propias convicciones y principios sobre ciertas cosas. La mayoría forjadas a sangre y fuego y muy especialmente a hostias, tortazos y palo limpio por la que fuera la generación que precedió a mis padres, mis insignes y sui generis padres, en la que a pesar de poder haber estado expuestos y sido sometidos probablemente a los rigores del acondicionamiento de la cultura ignorante y supersticiosa prevalente en la época de mis abuelos, por suerte una vez más, siempre ellos se destacaron como formidables rebeldes, mavericks, outsiders y renegados que para mi fortuna nunca fueron doblegados.


Bueno, modestia aparte, debo precisar que también conocí en persona a tres de mis cuatro abuelos y soy y fui también tan afortunado en haber podido constatar al percibir, presenciar y ser testigo, que íntegramente cada uno de ellos también brillaban con el mismo esplendor de un excepcional intelecto, claridad y libertad de pensamiento, actitud relajada y liberal, ingenio natural opuesto a cualquier posible fanatismo, amor incondicional ilimitado,  curiosidad innata y eran también gloriosos e implacables rebeldes como mis padres. Por lo que lo de la sangre y fuego, si acaso en realidad hubo algo de ello alguna vez en la familia, con toda seguridad debió haber sucedido mucho antes de ellos y por lo tanto solo una especulación mía.


Bueno, creo que se me pasó la mano en la longitud del preámbulo de este artículo, pero debo confesar que lo he ido escribiendo todo de un tirón, según iba brotando en mi pensamiento sin detenerme a corregirlo para no perder el hilo ni disminuir el ritmo y fluidez a la cual manaban las ideas de mi cabeza. Procedimiento que no es frecuente o habitual en mí, pero que esta vez como ejercicio decidí realizarlo de esta manera continua y delirante.

Ante la oportunidad, iniciamos la búsqueda.. ¡Y encontramos la sorprendente respuesta!

Siempre he dispuesto de una memoria privilegiada, rayando casi en lo eidético, la cual por fortuna aún conservo y mantengo, siendo esta a decir verdad, la responsable de la historia que hoy les vengo a contar y lo que es aún más importante, una historia que contiene un indispensable conocimiento que estimo ha sido transcendental en mi vida y que hoy he querido compartir con todos ustedes.


Tendría unos siete u ocho años cuando esto ocurrió y procuraré esta vez narrarlo brevemente.


Recuerdo que transcurrió durante un par de días en la única y primera vez en la que mi hermana y yo tuvimos que pasarla fuera de nuestro propio hogar en la casa de unos buenos amigos de la familia, debido a que mis padres estarían ausentes por esos dos días a causa de unos cursillos de cristiandad que ambos realizarían conjuntamente recluidos en un seminario.


Pues bien, diré que el patriarca de esta familia que provisionalmente nos acogía, de nombre Antonio, era un hombre sencillo de no muy cultivada formación académica o recursos educativos, pero que destacaba notablemente en agilidad de pensamiento, lógica contundente, capacidad de abstracción, experiencia pura, simple y anecdótica y andaluz para más señas.


Este brillante ser fue el responsable de suministrarme lo que para mí ha sido el conocimiento más transcendental de mi vida, conocimiento que por primera vez cubría y llenaba a plenitud con claridad pasmosa una de las tantas intangibles incógnitas que mi mente inquieta y curiosidad siempre desbocada se atrevía a preguntar y consultarle a alguien de mi entera confianza.

La pregunta fue la siguiente: ¿Qué es la nada?


A lo cual inmediatamente y sin pausa acompañé mi pregunta, exponiendo mi punto de vista y racionalizando sobre esta en un intento de describir y justificar el porqué era una duda legítima la cual aún no había podido descifrar, alegando lo siguiente:


-Sí, porque si cierro los ojos, veo negro.. y el negro ya es algo, por lo tanto ya deja de ser nada y entonces…


Al instante fui interrumpido, para ser a continuación indeleblemente iluminado y bendecido con lo que para mí ha sido, como dije antes, el mayor conocimiento que sabiduría alguna jamás me haya tocado de frente y de manera tan clara y contundente.


-¿Alguna vez luego de haber dormido, te has despertado en la mañana sin recordar lo que has soñado o si de hecho habías soñado algo?


¡¿?!TATATATÁN¡¿?! ¡Increíble! ¡Asombroso! ¡Extraordinario! Este sabio y sencillo hombre con apenas pocas palabras me había revelado e ilustrado con tal claridad y elocuente coherencia uno de los misterios y enigmas que considero que millones de personas, sino miles de millones de personas nacen y mueren sin saberlo ni haberlo descifrado nunca. Y yo, a partir de ese momento y a tan corta edad ya pasaba a ser poseedor de tan singular conocimiento, comprensión y entendimiento.


Bueno, aún estará por verse si también ustedes le asignan la misma importancia y transcendencia que yo le otorgué a esta privilegiada información con atisbos de confidencialidad casi divina que parece encerrar esta interrogante y que por cosas del azar me fue a mi ofrendada de manera desinteresada y espontánea en aquella muy temprana ocasión. Pero lo que sí puedo garantizarles a estas alturas de mi vida en la que cuento con cantidades exponencialmente infinitas de información y conocimientos con la cual puedo evaluar, comparar y contrastar esta prematura sabiduría, una cosa es cierta, creo firmemente que sin sospecharlo mi muy apreciado y siempre recordado Antonio el andaluz justo en aquel instante me dio la clave para vivir una vida sin miedo a la muerte.


¡Viva Internet como la libre y deseada biblioteca de mi añorada infancia!

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