El mito de la zona de confort

La zona de confort

Seguramente has oído hablar de la zona de confort, y quizás aunque no tengas muy claro qué es, sí tienes idea de que no es un lugar en el cual se deba estar, ¿no es cierto? Después de todo “nada crece ahí”. Muchos son los que nos instan a salir corriendo de esa zona, nos invitan a ser valientes, vencer los miedos y saltar al vacío para poder realizar nuestros más anhelados sueños… Pero, ¿es esto real o hay algo de exageración?

¿Qué es la zona de confort?

La zona de confort es todo aquello que nos es familiar, cotidiano, en donde nos desenvolvemos y nos sentimos seguros. Así, nuestra cotidianidad es nuestra zona de confort; el lugar en donde vivimos, las personas a quienes conocemos y con quien normalmente compartimos nuestra vida, nuestro trabajo, vehículo, restaurant favorito, programas de TV y un gran etc. La zona también incluye algunos elementos desagradables o negativos, como los atascos en el tráfico, un trabajo que no nos gusta, un jefe abusivo, un vecino entrometido, una pareja tóxica.

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pixabay

¿Es mala la zona de confort?

No en sí misma. Esos gritos de ¡sal ahora mismo de tu zona de confort! Son utilizados como titulares de foros, blogs, etc, para llamar la atención, pero lo cierto es que la zona de confort es algo inherentemente humano, es decir, siempre vamos a tener alguna en nuestra vida, no podemos dejarla como si estuviésemos en un hotel de carretera de mala muerte, salimos de él y nunca más volvemos, no. Cuando se recomienda salir de ella, realmente lo que se nos está diciendo, en la mayoría de los casos, es en que la ampliemos. Ciertamente sí existen situaciones que son perjudiciales para nosotros y de las cuales no nos atrevemos a salir por miedo. De esas situaciones negativas sí debemos salir, ya sea resolviendo los conflictos o escapando de la situación o persona negativa.

En todos los demás casos, cuando nos atrevemos a cambiar, cuando hacemos ese viaje a un lugar desconocido, cuando aprendemos otro idioma o empezamos a estudiar una carrera universitaria en la época en que nuestros amigos se están jubilando, cuando dejamos ese trabajo que representaba seguridad, pero que me hacía muy infeliz, cuando me atrevo a cambiar de rutina, a comer otras cosas, conocer a personas diferentes a mí, con otras maneras de pensar y de ver la vida, entonces estoy saliendo de mi zona de confort, pero solo para poder ampliarla, es decir, ahora todos esos nuevos elementos formarán parte de ella y así podré ir ampliándola cada vez más al ir añadiendo experiencias y aventuras que me saquen de una rutina tediosa y me hacen cambiar, al adquirir nuevas herramientas y habilidades para mi desarrollo. Al lograr todo esto, estoy ahora en una nueva zona de confort. Más amplia, con elementos nuevos que me permiten seguir creciendo. He vencido mis miedos y me siento mejor. Nuevas cosas aparecerán, nuevos retos surgirán y estaré mejor capacitado para afrontarlos.

¿Qué pasa si me siento feliz en mi trabajo, por ejemplo? ¿Soy un conformista y cobarde? Todo depende de tu motivación. Si es tu trabajo soñado, que te brinda muchas satisfacciones, es absurdo pensar que eres conformista; pero si es un trabajo mediocre y no tienes ninguna motivación para desarrollarte, para superarte, entonces sí; estás en una zona de confort de esas de las que todos hablan, en las que no es bueno estar.

@psicomar

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