¡Hola resilientes!
Nunca he sido muy fan del optimismo extremo. Me ha parecido siempre que un optimismo llevado al límite es contraproducente. Sin embargo, lo que siempre me ha sacado de quicio es el pesimismo extremo, no lo puedo evitar, me produce rechazo e incluso urticaria.
Me podría definir como un optimista-realista, podríamos llamarlo “optilista”.
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LA LISTA DE EXCUSAS
El mal hábito de ponerse excusas es una forma muy cobarde de evadir tus responsabilidades. Ya desde bien pequeños podemos encontrar los primeros ejemplos: “no he hecho los deberes porque no he tenido tiempo”, “no te llamé porque estaba liado”, etc.
Este tipo de actitud es muy común cuando hay falta de compromiso, constancia y disciplina con nosotros mismos, e incluso con los demás. Una forma más de no afrontar la realidad ni coger el toro por los cuernos.
Imaginad hasta qué punto hemos llegado que he podido encontrar en 2 minutos listas de excusas para mil cosas:
No existe mayor forma de autosabotaje que ponerse EXCUSAS. Incluso puede llegar el caso que nos pongamos excusas tan a menudo que lo hagamos ya de forma inconsciente.
EL REMEDIO
Hay 3 sencillos pasos que puedes hacer si quieres dejar de autosabotearte la vida con tus propias excusas y empezar a coger el timón de tu vida.
El primer paso es establecer tus objetivos, organizarlos y priorizarlos según tus gustos. En este punto ya sabes qué tienes que hacer, pero hay multitud de distracciones que te alejan o te impiden realizarlo.
El segundo paso es identificar el momento en el que te propones hacer algo y te empiezas a poner excusas a ti mismo para no hacerlo. Es muy fácil identificar este momento de lucha interna por la satisfacción inmediata en lugar del progreso futuro.
En el tercer paso debes dejar de lado la Inactividad y realizar una pequeña acción para ponerle fin. Os lo voy a mostrar con un ejemplo, imaginad que estáis viendo la televisión y tenéis que poner una lavadora. El pequeño paso para dejar de procastinar (Aplazar, posponer la acción) y empezar a realizar la tarea es el cerrar la televisión.
Os pongo otro ejemplo, si estáis tumbados en la cama y tenéis que ir a correr, el paso de debéis realizar es poneros de pie. Un método sencillo para conseguirlo de forma más fácil es el de contar hacia tres. 1, 2, 3 y sin necesidad de pensar nada, como si fuéramos un robot realizar el primer paso hacia la consecución de la acción. Puede parecer absurdo, pero es tan útil como sorprendente.
Y vosotros, ¿Os ponéis excusas? ¡Estaría encantado de leeros!
¡Sed felices!
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