Y cuando vas perdiendo la esperanza pasa que comienzas a obervar cosas que te hacen ver la vida de una manera diferente...
De camino a cualquier sitio, eso no es lo relevante, vi como un transportista, de esos que generalmente pisan el acelerador cuando ven a una persona mayor, se detuvo paciente y varias veces a recoger a algunos abuelitos en la vía. Sin malos gestos, sin mal humor.
Ayer vi como en ese mismo autobús en el que iba, alguien generosamente y con una sonrisa en la cara le dio el puesto a una chica con un bebe en brazos, inmediatamente la chica le dio las gracias con una sonrisa igual de bonita.
Luego vi a un chico, no mayor de 25, darle de comer a una niña, quien se le acercó con un aspecto bastante descuidado pidiendo algo para llenar su estómago.
Vi como un indigente (de esos pedigüeños de carro en carro), detenía el tráfico en una de las tantas calles con semáforos dañados, extendía su mano y ayudaba a cruzar a una anciana con limitación para caminar.
Ayer vi como un caballero le abría la puerta a una dama y como esta, sin dudar, le regaló un gesto dulce.
Ayer vi, en este país tan deteriorado, que todavía se puede tener esperanza en la gente.
Si te gusto el artículo no dejes de dar #Follow y #Upvote; puedes dejar tu comentario, ¿Por qué no?
Otros de mis post:
- Atardeceres que dan paz...
- Sobre mí: La música.
También puedes seguirme en mis redes sociales:
-Facebook
-Twitter
-Instagram