Cuando somos pequeños tenemos sueños grandes en cuanto a lo que queremos ser cuando crezcamos, lo que queremos hacer y lo que nos gustaría tener. Eso es, si nuestra infancia nos lo ha permitido, ya que algunos de nosotros no tiene la fortuna de tener una niñez normal, por los motivos que sean.
Pero, ¿Cómo y cuándo decidimos lo que queremos ser?
Yo cuando era pequeña quería ser profesora. De hecho dedicaba mucho tiempo con muchecas y peluches en "mi clase" y les daba deberes y tareas o exámenes, y después les daba las notas correspondientes tras haberlas "corregido". Les daba clase y les enseñaba las lecciones del día que había preparado.
Tuve la oportunidad de dar clase a niños y niñas de segundo y tercer grado los sábados por la mañana durante un año en español sin haber tenido experiencia o haber terminado mi carrera. Fue agradable y me encantó estar con los niños y la curiosidad que tienen a esa edad.
Sin embargo, lo que uno sueña y la realidad son casi siempre muy diferentes. Yo de pequeña hubiera jurado que sería profesora de carrera. A pesar de ello, me gradué en la carrera de Negocios (Business) enfocándome en finanzas. Al estudiar no sabía que rumbo tomar. Empecé estudiando Computer Science, porque pensaba en el futuro y en el salario que tendría. Al pasar un año, lo cambié a Information Systems, también en programación, pero me dí cuenta que no me ceía programando 8 horas al día. Por eso, tras sacarme los certificados de Computer Science e Information System, me incliné a algo más abierto y más común, ya que me gusta el trabajo de oficina. Por lo tanto, no ejerzo lo que soñaba, y tampoco se en que momento dejé de soñar en ser profesora.