Robert H. Humphrey y Jessica Mesmer fueron detenidos el pasado 19 de Octubre por la policía de Toronto, Canadá, acusados de controlar la voluntad de su jefe, el gerente de una de las principales empresas de Ontario.
Los detenidos quedaron a disposición judicial tras ser descubiertos utilizando una aplicación móvil que ellos mismos habían programado. A través de un dispositivo instalado en el reloj de la víctima, los hipnotizadores, que es como se les conocía entre sus compañeros, enviaban impulsos electromagnéticos que llegaban directamente hasta el córtex prefrontal, región del cerebro encargada de gestionar la voluntad.
El elaborado sistema utilizado se controlaba desde una aplicación móvil que la policía encontró instalada en los móviles de los acusados. Su comercialización en la Deep Web había movido miles de dólares desde que se puso a la venta el pasado mes de Julio. Las transacciones no dejaban rastro, ya que los pagos se efectuaban en Bitcoins, por lo que la policía no tenía conocimiento alguno de esta actividad ilegal. Esta sofisticada aplicación utilizaba el Blockchain de Bitcoin para almacenar la base de datos necesaria para su utilización.
El contable de la empresa, John Sneak, fue quien dio la voz de alarma al detectar enormes irregularidades en las cuentas de la compañía. Tras una exhaustiva investigación, se descubrieron numerosos pagos efectuados con la tarjeta de crédito que la empresa tenía a nombre del gerente. Estos gastos, que nada tenían que ver con el desempeño de los servicios que ofrecía la empresa, habían aumentado en un tres mil por ciento en el último trimestre.
La empresa había estado pagando viajes, cenas, eventos deportivos, fiestas privadas e incluso una orgía en un yate privado a todos los trabajadores de la empresa, menos al gerente, al encargado y al propio contable, se lamentaba Sneak en una entrevista que concedió en exclusiva a Cervantes Magazine.
Estas fueron algunas de las declaraciones que el señor Sneak hizo para la revista:
Recuerdo el día que llegó un pedido con treinta Macbook Pro. El propio gerente repartió los ordenadores entre los trabajadores con una gran sonrisa en la cara. Les felicitó por el gran trabajo que estaban haciendo y les estrechó la mano a cada uno después de entregarles su ordenador. En aquella ocasión me extrañé, pero supuse que se habría conseguido un cliente nuevo o que se estarían aumentando las ventas. Pero lo que de verdad me llamó la atención fue cuando empezaron a pagarse viajes al caribe con todos los gastos pagados. Además de los dilatados periodos vacacionales que el gerente concedía a todo aquel que se lo pedía.
Cuando le pregunté a mi jefe sobre lo que estaba haciendo me aseguró que era necesario tener a los trabajadores contentos. La felicidad del trabajador es lo más importante, aseguraba. Decía que era la única manera de poder crecer como empresa. Me pidió que confiara en él, que estaba convencido de que el nuevo rumbo que le estaba dando a la empresa era decisivo para el futuro de la compañía.
Sólo los dos programadores y creadores de la aplicación han sido detenidos. El resto de la plantilla asegura no saber nada del asunto. Es cierto que algunas de las fiestas eran un poco excesivas, comentó la jefa de ventas, pero no íbamos a poner en duda las estrategias de nuestro superior, así que decíamos a todo que sí, como siempre.
La víctima del abuso, cuya identidad se mantiene aún en secreto, se recupera en el Kindred Hospital de Ontario, en donde le siguen haciendo pruebas a la espera de conocer las secuelas psicológicas que este constante ataque haya podido causar en su cerebro.
Por su parte, la Interpol ha emitido un comunicado para alertar a las personas sobre posibles conductas extrañas observadas en familiares, amigos y conocidos, ya que muchos de los dispositivos que se han vendido en el mercado negro aún siguen en circulación.
Si es usted testigo de alguno de estos casos, no dude en ponerse en contacto con la comisaría de policía más cercana para iniciar una investigación.