Tu propósito puede ser un hogar de un millón de dólares. Pregúntate "¿Para que?" el para quées el que te va a jalar y a ayudar.
Por ejemplo, puede ser que quieras un hogar para que éste sea el centro de toda la vida de tu familia, amigos e invitados para que también la disfruten. Este sería tu propósito, el hogar es el objeto.
Pregúntate a ti mismo: "¿En que clase de persona me debo de convertir para lograr todo lo que quiero?"
Y posteriormente escribe otro párrafo corto para responder a la misma pregunta.
¿Cuál es el propósito principal en el establecimiento de objetivos? Para iniciarte a convertirte en la persona que sea necesaria para lograrlos.
Establece un tipo de metas que harán algo de ti. Si las estableces demasiado bajo, no será necesario que leas o que tomes clases o que aprendas algo, simplemente no crecerás.
Dirígete a donde las exigencias y las expectativas son altas.
Lucha por la perfección. Obviamente no puedes tener perfección en la salud o en el matrimonio o en el negocio, pero la clave está en el éxito. Donde quiera que llegues cuando esté terminado para ti, mientras te hayas esforzado para alcanzar la perfección, te habrás hecho un bien a ti mismo, y logrado una vida próspera.
No te vendas. no establezcas metas que te obliguen a sacrificar alguna amistad o violar tu integridad o comprometer en tu virtud o en tu valor.
Alcanza, si.
Estira, si.
Pero no te vendas.
Recuerda que, cuando Judas consiguió su dinero, cuando tuvo fortuna en sus manos, él no era feliz. No estaba contento consigo mismo. La mayos fuente de infelicidad esta en uno mismo, no es desde afuera, si no desde adentro. Y esta infelicidad empieza tan sutilmente con hacer un poco menos de lo que pudieras y dándote permiso para hacerlo. Es ahí donde comienzas a sentirte infeliz. Es el comienzo de una pendiente resbaladiza.
Todo mundo sufre por uno o dos dólares. El dolor de la disciplina o el dolor del arrepentimiento.
No cambies la disciplina por el arrepentimiento
Ten cuidado en lo que te conviertes en la búsqueda de lo que quieres.