Y cómo no hablar de lucha si gracias a una mujer estoy en este mundo - Cómo no hablar de lucha si parte de lo que soy actualmente también se lo debo a mi padre.
En esta nueva semana el @cervantes Magazine hace mención a “Las Luchas” por ello, los primeros que vienen a mi mente al hablar de este tema son mis padres.
Acompáñame en la lectura de este relato porque sé que de alguna u otra forma te agradará.
Conversando con mis padres en una oportunidad pude entender el gran compromiso que asumieron cuando les anunciaron: “tendrán un bebé”. Ellos pudieron contarme en esa ocasión muchas de las situaciones por las cuales tuvieron que atravesar a partir de ese momento.
Por ejemplo, se vieron obligados a alejarse de sus familias para dirigirse a la ciudad capital (Caracas), esto para poder aspirar a tener una mejor calidad de vida. Mis padres residían en pequeños pueblos ubicados a dos (2) horas de la ciudad en el Edo. Mérida y la situación en esos momentos no era tan favorable.
Desde que mi padre llegó a Caracas (hace 24 años) hasta la actualidad, se desempeña como chofer en una línea de buses. Él se levanta todos los días a la 4:00 a.m y retorna a las 9:00 p.m, ¿fuerte no?.
Mi madre trabajó en un hospital muy conocido acá en la capital llamado “Ortopédico Infantil”, ella era camarera pero debido a una fuerte depresión que sufrió hace 15 años tuvo que renunciar. Dicha depresión fue justo después de tener a uno de mis hermanos. Cabe destacar que somos tres (3) hembras y un (1) varón.
Desde ese momento la situación se tornó crítica debido a que la enfermedad de mi madre trajo como consecuencia un cambio total en su forma de ser. La familia atravesó por un fuerte momento pero a pesar de todo ello mi padre jamás nos abandonó.
Mi madre se dedicó solo a cuidarnos, mientras mi padre salía a la calle en busca del alimento diario, gracias a Dios nunca nos faltó absolutamente nada.
Jamás olvidaré aquellos momentos en los cuales mis hermanos y yo nos enfermábamos, porque la única imagen que viene a mi mente es la de mis padres haciendo todo lo posible para que estuvieramos bien.
Y ni se diga el apoyo que obtuvimos cada vez que alcanzábamos un título en la primaria, secundaria y universidad. Definitivamente todo se lo debo a ellos.
Hasta el día de hoy mis viejos siguen juntos a pesar de muchas circunstancias por las que han tenido que atravesar pero ¿saben qué?, mis hermanos y yo hemos culminado gran parte de nuestros estudios, estamos llenos de principios y valores; y esto no fuera posible si esas dos personas que un día desearon traernos al mundo se hubiesen rendido al punto de no seguir luchando.
Lamentablemente he visto a muchos hijos que no valoran a sus padres y esto no debería ser así, porque quizás ellos han estado en situaciones no muy favorables para que nosotros como hijos podamos estar bien, por lo tanto hay que honrarlos y agradecerles en todo momento.
Tenemos que valorar a nuestros padres, a esos eternos luchadores que darian su vida sin pensarlo por cada uno de nosotros. Si aún los tienes con vida expresa lo mucho que les agradeces y no lo dejes para después.
Por esto y mucho más, en honor a mis padres que aún viven y siguen acompañándonos a nosotros sus hijos, en sus luchas diarias, es que afirmo de manera convincente que al escuchar el tema de Las Luchas: es imposible no hablar de ellas.
Agradecida una vez más por tu valioso tiempo, el cual fue invertido en esta publicación. Si tienes algún comentario que realizar siéntete cómodo en hacerlo, estaré ansiosa por leerlo y responderlo a la brevedad posible.
