Concurso Cervantes: 6ª Entrega - Aquella casa en Antioquia.

Sus labios siempre pintados de rojo carmín, ya las agujas del reloj marcan la hora de abrir, las muchachas todas listas y perfumadas en la espera de los distinguidos caballeros que alegraban el lugar.

Un atractivo antioqueño de tez clara y estatura media, se apresura a la puerta del recinto, para conocer a la popular dama, cuyo círculo social está de boca en boca, Presentándose muy amablemente le dice: - ¡Buenas tardes bella dama! vine a conocerla y a comprobar su belleza con mis propios ojos y sin dudas resulta ser usted un encanto. El joven extiende su mano y ella de manera muy educada le responde - Bienvenido a mi humilde morada donde los sueños se hacen realidad y la realidad se convierte en fantasía, al mismo tiempo que le responde acercándose mas a él, mientras tanto se escucha el lento taconeo de sus pasos al ritmo de su esbelto caminar. El caballero queda deslumbrado con el tono de voz tan refinado de la sensual dama de piel mulata y su atractivo físico con cuerpo de guitarra .

A con el ir y venir de Fernando, una bella amistad comienza a florecer entre ellos recordando siempres aquel primer encuentro. El desfile de lentejuelas y encajes destellaban al son de la canción, el aroma de agua con olor a rosa impregnaban el salon, las copas se escuchaban sonar entre risas y murmullos; las conversaciones de distinguidos caballeros y artistas eran la cotidianidad en su interior. Ese joven de 21 años llamado Fernando, se encuentra con un ambiente acogedor sin mucho lujo, pero lo suficientemente confortable para pasarla bien, en la sala se encontraban unas cuantas mesas vestidas de blanco satin con sus respectivas sillas, unos sofá con mesa en su centro, una luz tenue y en el fondo la suave melodía de una canción que permitía a los presentes entablar sus temas de conversación, en la misma yacía un largo pasillo con varias habitaciones ubicadas una frente a la otra resultando estas el nido de fugaces encuentros.

Fernando poco a poco entendió del triste pasado de cada mujer que allí se encontraban, las fue conociendo gracias a sus concurridas visitas a la casa de la famosa Marta, como se llamaba aquella linda mulata. Las tardes de tertulias se volvieron aún más concurridas y las rondas de café dan paso al anochecer. La alegría y las tristezas no faltaron en esas paredes que se convirtió en el confesionario. Al caer la medianoche las pasiones y los juegos se entrelazan, las habitaciones repletas por doquier dan comienzo a lo prohibido y la realidad comienza a mezclarse con la fantasía, las almohadas solían ser su testigo y en un simple parpadeo se asoma un nuevo amanecer, el orden vuelve a reinar como si nada hubiese pasado, todo en su lugar, las copas en fila bien ordenadas, y como todo sueños llega su fin, nuevamente comienza la realidad en la humilde y modesta casa de Marta Pintuco.

Pasan las horas y un nuevo día de trabajo comienza, Marta y su mejor amiga viven y disfrazan su realidad entre cuatro paredes en espera de su verdadero amor; caballeros salen caballeros entran, ellas en ropa interior atienden y brindan su atención y un poco de calor, simplemente se acuestan con el hombre equivocado mientras les llega el indicado.

Detrás de aquellas sonrisas de cautivadoras miradas se esconden un triste pasado, algunas historias llenas de desamor y de familias desintegradas; noches tras noche las mujeres maquillan su alma para esconder sus penas y ahogar sus llantos aferrándose a los falsos brazos de hombres que solo buscaban placer, mujeres recias a pesar de los arduos momentos y dificultades en el interior de en un ambiente tan particular, el licor y el humo del cigarrillo se entremezclan en la misma habitación donde se aprecia un desorden desmedido, es en allí que muchas de ellas vieron nacer y crecer a sus hijos con ausencia de su figura paterna.

Fernando, aquel simpático muchacho comprendió el vivir de aquellas mujeres y a pesar del panorama, él de verdad las apreciaba, pero igualmente ellas seguían el día a día tal cual lo comenzaron. Aquella casa con bonita fachada simplemente era eso, una bonita fachada con mujeres hermosas, pero la realidad era otra, una casa llena de sueños e ilusiones donde alberga la esperanza de una mejor vida, un amor sincero y no pasajero.

Concurso patrocinado por el witness @cervantes. No te olvides de votarlo en la siguiente página: http://www.steemit.com/~witnesses

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