Un destornillador
para desarmar pieza a pieza la noche.
Para aflojarle algunos tornillos
a mis arquetipos.
Para apretar la perspectiva
y aflojar el eje de mi pivote;
permitirme así girar con mayor facilidad,
aligerar mis goznes.
Para hacer palanca
y arrancarte de mi apego.
Siendo estas palabras bagazo
de mi día exprimido,
la pulpa de mi trago aciago,
con doble vodka
y hielos de tu témpano.