El templo de Luxor es otra de las grandes joyas de la historia del Antiguo Egipto. Situado justo a la orilla del Nilo, en su parte oriental, conectaba con el templo de Karnak.
Fue construido en dos fases por dos faraones diferentes (Ramsés y Tutankamón) y también es conocido porque en su entrada tenía dos obeliscos gemelos de los cuales sólo queda hoy uno: El otro está en la Plaza de la Concordia de París, como regalo de Egipto a Francia.
Su interior es también fascinante, incluyendo incluso una mezquita árabe que fue sorprendentemente construida en las propias ruinas del tiempo.
La avenida de las esfinges que flanquea la entrada del templo de Luxor , nos acerca a la grandiosidad de lo de esta ciudad hace miles de años, y eso que sólo podemos disfrutar de una pequeña parte, pues en el pasado se extendia a lo largo de 2 kilómetros, el guia nos aseguró que en pocos años alcanzará su esplendor original y unirá nuevamente Luxor y Karnak.
El templo, concluido durante el reinado de Amenofis III, está dedicado a los dioses tebanos Amón, Mut y Jonsu. La entrada está presidida por dos enormes colosos de Ramses y un obelisco de 25 m. cuyo gemelo fue colocado en la parisina plaza de la Concordia en el siglo XIX.
Luxor no es solo una población egipcia edificada sobre las ruinas de la ciudad de Tebas. Capital del Imperio Nuevo del antiguo Egipto, Luxor rezuma historia. Es la esencia es el núcleo de Egipto. Situada en la ribera oriental del río Nilo, unos 200 km al norte de la primera catarata (Asuán). Su población no llega a 500 mil habitantes, todos ellos dedicados en su mayor parte a la agricultura y turismo. Atrás quedaron los tiempos en los que su población en gran mayoría se dedicaba a colaborar con los arqueólogos de otros países que intentaban descubrir su secreto, únicamente arrancandoles parte de su historia, robando lo que encontraban y mal pagando a su población.
Otro aspecto tendría Egipto si hubiera sido menor la codicia de quien la desenterro y ocupó. También diferente si hubiera sido menor la necesidad de su gente.
Lamentablemente todo es como conocemos.
Luxor es el eje de la arqueología en Egipto. Dos grandes templos nos permiten con dificultad llegar a imaginar lo que ese lugar fue. Karnak, y el templo de Luxor ambos absolutamente impresionantes, majestuosos, dignos de Amón. Conectados por un multitudinario paseo custodiado por esfinges con cabeza de carnero....Actualmente las muchas que faltan, están dispersas en pedazos por cualquier lugar del mundo, o bien forman parte de una porteria de un campo de fútbol próximo al templo, o a lo peor están sumergidas en un abarrotado desguaze de retorzidas piezas de hierro. Egipto, es así.