Manuel Muñoz, barcelonés de 20 años, quiere convertirse en un cyborg. Es decir, quiere modificar su cuerpo para hibridarse con la máquina. Y para comenzar este proceso quiere implantarse un barómetro en la oreja, para así, según él, poder predecir el tiempo.
La idea puede parecer una locura sacada de una distopía ciberpunk o de la hibridación organismo-máquina como estrategia para superar las estructuras sociales del Manifiesto Cyborg de Donna Haraway. Sin embargo, Manuel no es la única persona que quiere emplear la tecnología para modificar cómo percibe la realidad que le rodea.
Colaborará con la Fundación Cyborg, formada por Neil Harbisson y Moon Ribas, que ya se han implantado sensores en sus cuerpos y defienden la libertad para modificar nuestra forma de percibir el mundo a través de la tecnología. Pero aún así, las condiciones regulatorias para las operaciones "trans-especie" todavía no están claras.
Otro catalán, Jordi Puy, también está estudiando colocar un "explante" superficial -con menor complicación médica- para saber dónde está el Norte. Su nuevo "sentido" es desarrollado por la compañía británica Cyborg Nest, que los produce de forma comercial con interés de extender este "movimiento".
El catalán que va a implantarse un barómetro para predecir el tiempo: "Quiero ser cíborg"
Manel Muñoz (20 años) va a implantarse el dispositivo en la oreja y cuenta con la ayuda de dos de los 'activistas cíborg' más conocidos del mundo: Neil Harbisson y Moon Ribas