Casi, casi, éste se llamó "El diario de un melómano" pero para ser sincero siempre me ha parecido "melómano" o "melómana" una palabra fea, no por su significado sino por su sonido, suena a "enfermo mental con afición por los melones", sería entonces un título poco atractivo.

Melómano o melómana: Persona que siente pasión por la música.

Soy de San Fernando de Apure, Venezuela. Una ciudad capital con aspecto de pueblo, la que parece que se hubiera quedado en el tiempo pues nunca a sabido lo que es una autopista, una industria, una fábrica de algo, un centro comercial, un cine moderno o un teatro. El avance más notable que hemos tenido por aquí es justamente la conexión a Internet, que si bien es escuálida, gracias a Dios por ella.

A mi pueblo lo bordea el río Apure, el segundo más grande de Venezuela, en el amanecer se ve rosado si se mira hacia el naciente, en el atardecer parece un río de plomo con una morocota gigante dándole combate como la garza mora de Simón Díaz. Y cuando llueve demasiado se llena de valentía y en un arrebato de pasión sale a besarse con la sabana.

Yo "vide" una garza mora dándole combate a un río
Así es como se enamora tu corazón con el mío.

fragmento de "Tonada de luna llena"
Simón Díaz

La gente de acá es de las que te ven haciendo algo y se ponen contigo sin que se lo pidas, por aquí se sonríe constante y naturalmente, jugarse y bromear con el prójimo es un signo de inclusión y confianza (si no te hacen bullying es porque no eres parte del grupo). Y lo más interesante, al menos para mí, es que en cada cuadra hay al menos un músico.

Por eso y otras cosas es que la música ha sido, como dicen por allí, "mi estilo de vida". Tengo una hermosa compañera @ydelitza que canta conmigo, tres hijos, el mayor @davidjm es el talento musical más impresionante que en mi vida he conocido, el segundo cuando se despierta lo primero que hace es ponerse unos audífonos con música y sale a cepillarse los dientes, el tercero es una especie de mezcla del primero con el segundo, todos tocamos y cantamos. Mis hermanos cantan de vez en cuando conmigo, mis sobrinos también, mi mamá @charjaim fue la primera culpable por andar queriendo tocar guitarra de joven, en fin, una familia musical. Me he dedicado a este arte desde los seis, así que son casi treinta años de instrumentos, agrupaciones, ensambles, orquestas, corales, estudios de grabación, hasta un taller de luthería.

Junto a mi esposa @ydelitza en un concierto de encuentro de mariachis.

Con mi hijo @davidjm y una amiguita, quienes me dieron el honor de participar en un festival cantado un par de mis canciones, obtuvieron el segundo lugar cada uno. (El morenito de azul en la izquierda es mi hijo menor Daviel).

Mi hijo Daniel una de mis fotos favoritas de toda la vida.

Llegué a Steemit hace tiempo, y vuelvo hoy, gracias a mi mamá @charjaim. Por esta red descubrí en mí talentos escondidos como el de dibujar y el mismo de escribir. Luego de estar distanciado por un buen tiempo el "Juego del diario" me despertó las ganas de seguir escribiendo, viendo lo bien que la pasa mi mamá, mi esposa @ydelitza y en especial mi hijo @davidjm que nos tiene a todos más que orgullosos por su habilidad para redactar, algo tan inusual hoy en día y a su edad.

Esta obra fue hecha para un concurso en Steemit, con la gran sorpresa de que obtuve el primer lugar.

Espero compartir por este medio principalmente las vivencias diarias que la música me regala, pues detrás de cada acorde, cada instrumento, cada canto y cada escenario hay un mar de anécdotas que el público no ve, que definitivamente son parte de este arte y creo que hay que contarlas. Supongo que lo mismo sintió Emilio Lovera cuando abrió el espacio "Cuéntame la vaina" donde invita a viejos colegas a revivir y reírse de los momentos que tuvieron como comediantes, ¿ya lo vieron?

Ciertamente será un reto para mí, por un lado porque en este acelerado mundo de hoy no cuento con demasiado tiempo disponible, así que toca ver cómo le agrego un par de horas más a cada día (será hablando con la morocota para que vaya más despacio). Además, no cuento con la facilidad o el equipo necesario para capturar las imágenes de los momentos en mi día a día, ya veré cómo me las ingenio. Pero definitivamente será un gusto para mí abrir mi ventana y así poder mirar sus días y que puedan ver los míos.

Sin más que decir, con ustedes: José Leonardo Jiménez