Notas [Cuento- Parte III]

Las notas solo aparecían cuando tenía ese sentimiento extraño de que me observaban; seguramente tú también has percibido eso, en algún lugar, en algún momento. Completamente asustado, le pedí a un amigo que me dejase quedarme en su casa, debido a la presencia de cucarachas en mi departamento. El plan era investigar acerca de por qué alguien o algo, estaba interesado en mí. Mi amigo me dio asilo y tuve que dormir en un sofá-cama bastante espacioso y cómodo. Aquella primera noche no pasó absolutamente nada.


Al día siguiente estuve buscando en internet acerca de estos sucesos. Encontré muchas personas cuyas historias eran claramente falsas, por su falta de argumentación y una historia no creíble. Sin embargo, me encontré con dos historias relativamente parecidas a la mía. Una de ellas rezaba, en un viejo blog:

10 de enero de 2005

Karen Palomino

Que quede constatado por este medio, los hechos de todo lo raro que me ha pasado: las llamadas nocturnas y el llanto lejano de los niños. Aunque al principio pensé que todo era una jodida broma de mal gusto, empecé a recibir pequeñas notas. Las notas empezaron preguntándome mi estado de ánimo y eran muy amigables. Me asusté muchísimo y tuve que gastar un dineral en cámaras de seguridad y el cambio de cerraduras.

El problema radicó en que, las llamadas con el llanto de niños no volvieron a ocurrir desde una semana después a la primera nota, pero estas comenzaron a intensificarse en número y frecuencia. Dejaré anexadas algunas fotos con la primera y última nota que he recibido. No sé quién demonios esté detrás de todo esto, pero ya he llamado a la policía; no he obtenido respuesta. Espero que solo se trate de una mala broma, pero ¿quién llegaría tan lejos? Además, ¿cómo pueden dejarme notas frente a la puerta de mi habitación sin estar en la grabación de las cámaras? Ya no sé dónde acudir por ayuda. Si alguien conoce la manera de deshacerse de este tipo de “cosas”, que me contacte.

Al final había dos fotos de las notas. La primera era muy similar a la que me llegó a mí, incluso en la caligrafía. Sin embargo, cuando leí la segunda nota, un frío recorrió mi cuerpo; decía:

“Tú no puedes escapar de mí… y no lo harás 😊”

Había tres comentarios en el blog de Karen: uno era de spam, otro le aconsejaba marcharse de ese lugar y en el último estaba un correo electrónico para que se pusiera en contacto con él. Miré por un largo rato la pantalla, pensando si aquella persona del correo podría ayudarme.

Respiré profundo y comencé a redactar el mensaje.

-Dann Axkaná

Esta historia es escrita en tiempo real, así que no sé qué pasará en la siguiente parte. Si quieres unirte a la lectura de este cuento sin fin, te dejo los otros links. Además, puedes aportar cualquier cosa al cuento: una idea, un nuevo personaje, un lugar, etc. Yo lo intentaré introducir de una manera natural para que te sientas como en casa. Gracias por llegar hasta el final.

Primera parte
Segunda Parte

Salvemos al mundo con una sobredosis de buenas y blancas líneas de versos.

H2
H3
H4
3 columns
2 columns
1 column
11 Comments