¿Será por la Ropa de su esposa?
Es la hora del almuerzo, Santiago pide que preparen la mesa.
—Sr. Solo están Sofía, sus tres amigas, Alejandro y usted— dice Alicia la nana y la Sra. encargada de la casa.
—No importa Alicia, almorzaremos solo nosotros— dice Santiago un poco resignado.
En el almuerzo Santiago, trataba con amabilidad a todas las chicas, pero no le quitaba los ojos de encima a Melanie. Alejandro que no se interesaba en otras amigas de Sofía, esta vez quería no solo sentarse al lado de ella, si no que le sacaba conversación y preguntaba, qué estudia, edad, dónde vive, que le gusta, como conoció a su hermana.
—Basta hermano, la vas a saturar— le dice Sofía.
—Solo quiere conocer a tu nueva amiga— dice Santiago mientras sonríe como mediador.
—A Anabel y Maricela no les pregunto nada— dice Sofía algo extrañada.
—Ellas son tus amigas desde antes de yo nacer, ¿Qué podría preguntar?— dice Alejandro.
—Sofi no importa, está bien, quiero conocer a tu hermanito— dice Melanie.
—Tengo 13 años, estoy bastante grande— dice Alejandro en un tono serio, pero agradable a la vez.
—Si, claro, disculpa,— sonrió amablemente Melanie.
En realidad lo que si le incomodaba a Melanie, eran las miradas del Sr. Santiago, que no paraba de verla, incluso la misma Sofía, Anabell y Maricela se dieron cuenta, «¿Será por la ropa de su esposa?» pensó ella, sí la usaba más o menos cuando su esposa tenía la edad que ella tenía ahora, y para completar el cabello negro, liso y largo como la foto. Por Diooos.
Mientras, Alicia estaba muy callada, solo escuchaba la conversación de los demás y no dejaba de mirar a Santiago, que parecía estar interesado en Melanie, lo observaba con bastante intriga, tal vez leyendo la mente, al final decían que era bruja.
Cuando finalizó el almuerzo. Santiago se ofreció para llevarlas a sus casas.
—Tranquilo papi, que nos lleve el chófer— Sofía lo beso y abrazo — bendición—
—Como quieras hija, Dios te acompañe— le dice Santiago dándole un beso en la frente.
—Adios papi, bendición— dice Anabell y Maricela dándole un beso y un abrazo.
—Dios las acompañe mis niñas— les responde Santiago.
—Gracias Sr. Santiago, adiós— y se despide Melanie diciendo adiós con la mano.
—Hasta pronto, cuídate y Dios te acompañe— le sonríe Santiago.
Mientras que Alicia solo observa toda la escena en silencio a la distancia.
Hola Yo soy María Virginia Bauza, me gusta escribir historias de mi imaginación e inspiración. Así que quiero compartir contigo una novela de mi autoría. Por fin me he animado a publicarla. A ti que la estás leyendo, ¿Qué opinas?
Y te espero en el próximo episodio.
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Fuentes:*
Las ilustraciones son creadas por mis fans y artistas favoritas, yo también soy su fan, @maelichb y @ladyleilei, quienes leen mis novelas y me aminman a publicarlas, son las primeras en dar el visto bueno. Son realizadas para esta historia.
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