¡Feliz año! - ¿Y por qué lloran?
Cuando era un pre-adolescente, por allá cuando tenia nueve años... siempre me preguntaba "¿Y por qué lloran?", era una pregunta recurrente en mi cabeza con la llegada de la doceava campanada y observaba a mis abuelos, mamá, algunos tíos y otros primos ya de 23 o 24 años llorar, no encontraba respuesta alguna.
"¿Y por qué lloran?" - Yo a los nueve años
Pasaron los años y cuando llegue a los 13 o 14 años me di cuenta que mis abuelos lloraban porque culminaron un año, porque lograron ver a sus nietos un año más, pensaba "ellos lloran porque están viejos, debe ser normal".
"Ellos lloran porque están viejos, debe ser normal" - Lo que creía a los 13 años
Pero aún no me explicaba porque mis primos de veintitantos años y mis tíos entranditos a los 30 años lloraban, de ellos pensaba "estos si son niñitas", (Creyendo en ese absurdo que nos dicen de niño: "los hombre no lloran").
"Los hombre no lloran"
Ya este año, soy yo el primo y hermano mayor, el de los veintitantos, por vez primera sentía una sensación extraña a medida que se acercaba el fin de año, era felicidad y nostalgia, era alegría y tristeza, una mezcla de emociones de saber que ya termine la universidad y que este año emprendo un largo viaje, lejos de estas fronteras. (Si Dios quiere, toco madera)
Nos separaremos miles de Kilómetros
Estaba sintiendo eso que mis primos y tíos, hoy hombres y mujeres hechos con sus familias sentían para aquel entonces, me di cuenta que mis abuelos lloran cada 31 de felicidad por contemplar un nuevo año al horizonte y que también se escapan lagrimas de tristezas por lo que ya no están en este plano.
Me di cuenta cuando abracé a mi mamá, que no será nuestro ultimo fin de año juntos, pero si sera nuestra ultima navidad juntos en muchos tiempo, tal vez dos o tres años, con suerte.
Sus abrazos son el mejor hogar
Ahora entiendo años atrás cuando mis tíos, primos y abuelos lloraban como niños. Este año fui yo quien lloré a moco tendió como dicen en mi país. El tiempo se detuvo cuando abrace a esa mujer que me lo dio todo y aún hoy siendo un tarajallo, graduado y que emprenderá camino pronto, ella sigue queriendo dármelo todo.
Mi mamá me mima
Hoy a los veintitantos años decubrí la respuesta de aquel niño... ¿Y por qué lloran?
Autor: Alexis Ochoa
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