_{Celebrando la navidad comiendo Hallaca}

Para dar inicio a este año 2018, quiero abrir con un artículo referido a los ingredientes que son utilizados en la elaboración de la hallaca venezolana, conocida en otras regiones de Latinoamérica como tamal. Desde que tengo memoria, la hallaca o hayaca es un plato que comemos en casa en época decembrina, forma parte de mis recuerdos de las cenas navideñas familiares y de fin de año para recibir el nuevo; en mi casa, mamá dice que las prepara de acuerdo a una receta aprendida de mi abuela, al estilo como la hacen en la capital venezolana, la cual tiene un toque dulzón producto del papelón con el cual se elabora el guiso, pero dependiendo de la región en Venezuela las recetas son diferentes, aunque no menos sabrosas.

Acerca del origen de este plato, hay varias versiones, una que es una receta heredada de nuestros indígenas, pues es a base de una masa hecha con maíz envuelta en hojas de plátano o cambur. Otra versión, más aproximados a la época de la colonia, comenta: se recogían las sobras de las comidas de los señores amos de esclavos y era servido en las hojas de plátano. Acerca de la procedencia del vocablo hallaca, se puede consultar al historiador Ángel Rosenblat, en http://www.analitica.com/bitblio/rosenblat/hallaca.asp.

_{Hallaca lista para comer}

_{Observando la hallaca antes de ser devorada}

La versión actual de la hallaca sigue siendo la heredada, un pastel de masa de maíz que se sancocha envuelto en hojas de plátano y cuyo interior se rellena con guiso que lleva carne de res, cochino, se utiliza papelón (en algunos casos para darle un toque dulzón), se aliña con ají dulce, cebollín, ajoporro, apio España, pimentón, se incorpora encurtidos hechos con pepino, zanahoria, coliflor, aceituna, alcaparra, uvitas pasas, cebolla de cabeza, tocino en trocitos y pollo o gallina esmechado. Hay otras versiones donde el guiso no se cocina previamente sino que se incorpora crudo sobre la masa para envolverlas y cocinarse en agua hirviendo, algunas llevan incluso papa y garbanzo.

Sea como sea su preparación, el gusto se lo da el hecho que en cada familia todos colaboran en su elaboración, pues cada quien aporta algo que le impregna ese sabor a hogar, limpiando las hojas, envolviendo, realizando las compras, picando los aliños y los ingredientes que se incorporan tanto al guiso como los denominados adornos, todo esto permite compartir, conversar y en definitiva sentirse y fortalecer a la familia.