La Retórica usada en los discursos de Hitler

La Retórica usada en los discursos de Hitler


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Hacer uso de la retórica y lograr la construcción de un discurso elocuente no es tarea fácil, pero grandes dirigentes y representantes han logrado hacerlo, en especial, los representantes de partidos totalitarios como Mussolini y Hitler, los cuales obtuvieron respuestas satisfactorias por parte de un gran grupo de personas que los siguieron incondicionalmente, sin importar si sus ideas eran ciertas o no, e incluso cuando sus acciones podían ser las peores.

La base del discurso totalitario se basa en enaltecer el pasado, las “Épocas de Oro” o ”Épocas de grandeza histórica”. Hitler (el Führer), usaba como estrategia la gran potencia mundial que había representado Alemania en el pasado. Pensaba que un país como este no podía ser subyugado ante esta guerra por el Triple Entente (Francia, Inglaterra y Rusia) en la Primera Guerra Mundial o los Aliados (Inglaterra, Rusia y Estados Unidos) en la Segunda Guerra Mundial.

Aunque los discursos del Führer alemán eran muy sencillos, el atractivo que ejercía era enorme. Hitler se encargó de motivar al pueblo Alemán, fundando en ellos un sentimiento nacionalista que poco a poco fue convenciendo a masas que permanecieron con él hasta el final. Para él, los problemas de Alemania tenían causas identificables, como por ejemplo, el tratado de Versalles, el capitalismo internacional y las actividades supuestamente antinacionalistas de los marxistas alemanes y los judíos. También decía que la erradicación de los males políticos alemanes tenía que ir acompañada de la renovación de la sociedad y cultura alemana, y que eso pasaría depurando los genes alemanes mediante la eliminación de los componentes no arios.


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Como ejemplo a las características retóricas usadas en uno de los discursos de Hitler tenemos “Derrotaremos a los enemigos de Alemania”, a partir de este título, encontramos el verbo “derrotaremos”que significa eliminar/vencer, es decir, acabar con los enemigos alemanes ; y al ser usado el verbo en 1era persona del plural incluía a todos los oyentes en el discurso haciendo que cada persona se identificara con la causa y se sintiera partícipe de la lucha en contra del enemigo.

“Las precondiciones bajo las cuales solo puede desenvolverse una estructura estatal alemana han de ser por consiguiente: unión de todos los alemanes de Europa, educación para la conciencia nacional y la disposición de poner todas las fuerzas nacionales enteramente al servicio de la nación”.

Sus ideas fueron introducidas en la población mediante discursos y lemas que buscaban sembrar conciencia e identificar al extranjero como enemigo (toda aquella persona que no compartiera las mismas costumbres que el ciudadano alemán).

Al comenzar Hitler dice “¡Mis queridos compatriotas, hombres y mujeres alemanes!”, señalando que se va a dirigir a un solo pueblo, el alemán, con ello aumentaba el sentido de pertenencia de los oyentes y hacía que los alemanes se sintieran compenetrados con el llamado a escuchar el discurso. Creando además, un sentimiento de odio hacia las razas externas, creyendo con ello en la superioridad del individuo Alemán, y cumpliendo con el objetivo principal, sembrar odio hacia el oponente.

Al comienzo de cada discurso Hitler usaba un tono bajo que simboliza tranquilidad y seguridad en el discurso pronunciado y luego iba aumentando progresivamente el tono de la voz, haciendo énfasis en los argumentos emocionales que llevaban a sentir odio, ira y desprecio hacia a los enemigos de la nación.

[Fuente](https://encrypted-tbn0.gstatic.com/images?q=tbn:ANd9GcQ3DiQg3kQWezIjdY4OLrg5IvYpwMpQLC1fCAlbM_z9TMxKlZ6H)
Podemos observar como en el discurso hay poder, dado que, las palabras y el manejo del mismo pueden cambiar pensamientos. Y lo principal es que Hitler creía lo que decía mientras pronunciaba su discurso.

Su pasión por Alemania y la política, generaba en él la persuasión necesaria para que sus seguidores tomaran como cierto todo aquello que decía. Sabía movilizar a las masas y transmitir sentimientos, así obtuvo a través de la retórica, fieles seguidores dispuestos a morir por su causa. De este modo se evidencia el uso de la retórica en un régimen totalitario. Un régimen que se basó en la buena capacidad de oratoria y en el poder de convencimiento de su líder, el Führer.

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