Qué lejos está mi tierra y sin embargo que cerca...
Daniel Viglieti
Empiezo este post citando una canción de otro uruguayo. Y viene muy al caso, porque cuando escribí mi post más reciente, Esta es la murga... del Uruguay, donde estuve contando en breve acerca de la Murga uruguaya y su ascendente el Candombe, la motivación es lo "lejos" que nos encontramos culturalmente de nuestros más cercanos vecinos.
Por cuestiones familiares toda mi infancia estuvo signada por una convivencia multinacional y multiétnica que ha contribuido a la visión que tengo hoy del mundo y de lo que somos y no deja de sorprenderme la manera en que nosotros mismos nos colocamos barreras (físicas y mentales) y concluyo esta presentación con otro fragmento de la canción de Viglietti que da inicio a este texto: "Tanta distancia y camino, tan diferentes banderas y la pobreza es la misma, los mismos hombres esperan".
Mi primer contacto
Viviendo en Moscú, hace más de 4 décadas, mi familia se mezcló con sangre uruguaya, lo que hizo que mis sobrinos obtuvieran su porcentaje de Orientales. De ese "nuevo nexo" se desprendió el nexo con una agrupación uruguaya, que desde una óptica académica interpretaron, además de los clásicos europeos, su música regional, por lo se paseaban entre Vivaldi y Gardel, entre Telemann y Matos Rodríguez, Bodin de Boismortier y Astor Piazzola. Un grupo de cámara que logró un equilibrio perfecto entre su conformación y formación clasicista y el arrabal, entre violines y voces tangueras, entre violas y cellos con tambores de candombé. Me refiero a la Camerata Punta del Este, que marcó un hito en Uruguay, Argentina y en México.
En este mismo encuentro apareció ante mi por primera vez el nombre del "Negro" Rada, en un tema de su autoría que lleva por título "Chinga chilinga" y que fue mi primer contacto con el candombe.
Un nuevo encuentro
Por ese nexo antes mencionado, ya viviendo en Venezuela y empezando nuestras actividades musicales con el grupo Los Cañoneros, nos convertimos en grupo fijo en todas las actividades del Centro Uruguayo Venezolano y es con ellos que presenciamos el nacimiento de un grupo que ya lleva más de siete lustros dedicados a esa manifestación que reseñaba yo en el artículo anterior: la murga, ese grupo es **La Murga de Caracas".
El espectáculo que ofrecía esta agrupación y el estilo de cantar, el ritmo, etc. me produjeron gran impacto (hasta el punto de yo incorporarme varios años más tarde). Por supuesto, vino con mi presencia allí todo el cúmulo de información de las principales murgas de Uruguay y de los nuevos intérpretes que se alimentaban de este género, como del candombe y del tango.
Ya del "Negro" Rada había entendido que es "lo máximo", es mucho más que un símbolo, pues su aporte a la difusión a nivel mundial de los ritmos del país sureño fueron determinantes. Su calidez y calidad se pueden observar en interpretaciones como la del tema del argentino Litto Nebbia tocada como candombe.
Pero hay más
De los compañeros de Rada en los primero tiempos destacan los hermanos Hugo y ** Osvaldo Fatorruso**, quienes desarrollaron todo un concepto de sonido sobre los ritmos uruguayos, conocidos ellos también como Los Fattos.
Pero son innumerables los grupos y cantantes, tanto de Uruguay como de Argentina, que se han dejado influenciar por estos géneros musicales. Así lo podemos ver en varias interpretaciones de Bersuit Vergarabat.
Jaime Roos es uno de los principales cantautores uruguayos que basan su rítmica en sus formas ancestrales y que han trascendido, tanto así que trascienden las fronteras y llegan a voces como la de Rubén Blades, quien interpretó este candombe de Roos: "Amándote".
También el uruguayo Jorge Drexler coquetea con la murga en su experimento "Murga reggae".
Uno que destacamos en el post anterior, por ser uno de los "precursores", el inolvidable Washington "Canario" Luna
Y para no hacer más largo este post, cerramos con uno de los jóvenes murguistas uruguayos que perciben este género como parte de su ser de "hoy en día" Tabaré Cardozo.