Viajar, es una de las cosas que más me gustan en la vida. Creo que, cada ser humano debería tener la dicha de experimentar la libertad que se siente salir de la ciudad que uno habita, conocer otras ciudades u otros países, pues, esto contribuye a ampliar nuestro rango cultural y la forma de ver las cosas.
Dicho esto, y después de una pausa de dos días para volver a publicar, quiero dar gracias al Altísimo por permitirme la dicha de ver un nuevo día, de estar con la gente que amo, y también de poder compartir este momento escrito con todos ustedes, así que, querido amigo invisible, si te has tropezado con este post, te doy la bienvenida porque estas entrando a una parte de mi vida.
Este día, como casi todos los días de mi vida, me desperté y levante a eso de las 5 am; esta hora es perfecta para mí para crear mis contenidos, leer, y disfrutar de estar conmigo mismo, asi que, comencé mi día revisando #steemit y ver que había en algunas comunidades para participar.
Baje de la habitación a eso de 9 para desayunar; tenía que arreglar la ropa, afeitarme y comprar el pasaje en autobús, lo cual lo hago por Internet que es más rápido.
Después de hacer todo lo antes mencionado, volví a bajar para almorzar. Mi hermana había hecho pasta larga con pollo y queso arriba, y como yo soy de poco comer, no tuve problemas en agradecer por la comida y darle muerte súbita a los 300 gramos de pasta larga. Quedé bien satisfecho.
Me gusta no estar apurado para hacer las cosas, así que prefiero salí con mucha antelación, porque al final, no sabemos que imprevisto pueda ocurrir; A las 3:30 pm, estaba dentro del bus para salir a Santiago.
El bus tenía que llegar a las 9 pm, pero había mucho tráfico dentro de la capital; así que, después de esperar media hora a que avanzara, me baje del autobús, pues solo faltaban 3 cuadras para llegar al terminal donde tomaría otro bus con rumbo al aeropuerto.
Al llegar a la taquilla compré el pasaje para el aeropuerto y pregunte por la salida del último bus. Al saber que el último salía a las 12 de la medianoche, estuve más calmado porque anteriormente el último bus salía a las 10:30 pm.
Sabiendo esto, me dispuse a buscar algo para comer, porque el hambre que tenía no jugaba carrito, pero no quería embasirarme tanto, puesto que estoy cuidando mucho lo que estoy comiendo para cambiar mis hábitos alimenticios.
Quiero decirles que no es una tarea fácil cuando se convive con personas que no lo hacen, porque no tienen la educación al respecto. Así que, dentro de mis posibilidades lo he estado haciendo disminuyendo, y en algunos casos eliminando el exceso de carbohidratos (en el almuerzo la embarré) las comidas y bebidas azucaradas con el refresco, jugos envasados y jugos de fruta natural, y comer después de las 7 de la noche, buscando siempre comer antes de las 6 pm.
Después de dar un par de vueltas por uno de los 3 terminales que hay, mire hacia arriba; Siempre que me encuentro en una situación donde me siento algo perdido miro para arriba.
No es que este buscando a Dios, no es eso, sino que, arriba, siempre están las señalizaciones. Tanto en los terminales, el metro y en el aeropuerto, mirar arriba le permitirá conocer donde se encuentra y para donde debe ir 😬
Cómo les decía, miré hacia arriba y vi el letrore de Subway. ¿Les había dicho que comía dos veces por semana como mínimo en esta franquicia? Me gusta porque le puedo agregar todo tipo de verduras y sus salsas son espectaculares, sin embargo, ahora procuro no hacerlo por dos razoes: salud y por educación financiera.
Generalmente me como 1 pan de orégano de 30 cm con otro de 15 cm para quedar lleno; esta vez, solo fue 1 de 15 cm con carne y una botella de agua. Mi cuerpo me decía:
— ¿Solamente me vais a dar este poquito?
— Aunque quisiera, debo mantenerme firme para cuidar que estés bien, le explique a mi cuerpo.
Mi cuerpo no quiso seguir discutiendo y optó por atender lo que tenia en frente. Al terminar, me fijé que en la parte de abajo, estaba un vehículo de exhibición, un Cadilac convertible del año 1936. Toda una joya en su tiempo y le tomé algunas fotos.
Luego de disfrutar este hermoso vehículo, me dirigí al patio de embarque, mostré mi ticket, y subí al autobús, que de paso, es un autobús eléctrico, muy bonito.
El viaje hasta el aeropuerto generalmente dura unos 45 minutos, haciendo varias paradas durante el trayecto. Sin embargo, a esta hora de la noche, no hubo nadie más que se montará en la vía, de manera que tardó menos, llegando al aeropuerto a las 10:46 pm.
Esta foto la edité en blanco y negro para que se pudieran leer bien las letras de una de las puertas de entrada al aeropuerto.
Por otro lado, mi esposa llegaría en el vuelo de las 3:20 am, y no quería que estuviera sola esperándome, ya que considero que, siempre seré yo el que espera y el más puntual en todo, tal como lo he sido durante los casi 14 años que llevamos juntos.
Mientras estuve esperando, caminé por toda el área que se me permitía caminar, tomando fotos de los lugares donde venden comida, agua, y mucho souvenir, bonitos en gran manera pero bastante costosos.
Dejaré esto hasta aquí porque tengo mucho que contar y mostrar de este viaje a la capital, y no quiero que esta publicación sea innecesariamente larga.
También, tuve la oportunidad de entrevistar a una Steemian para participar en uno de los concursos semanales de la temporada mientras iba en carretera. Fue un escrito flash porque no tenía mucho tiempo y lo hice desde el teléfono, rogando a Dios no marearme demasiado y pudiera ser visto por los cursdore.
Si quieres saber de quién se trata, sigue el siguiente enlace:
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¿Crees en la mala suerte? Reflexiones
Cuando el pobre lava, llueve, aun así, sigue adelante.
Preparando todo para la pintura.
Muchas buenas... una mala., pero resolviendo como gato panza arriba.
Contenido original y totalmente escrito para #steemit por un venezolano en Chile.
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