Serie Ninfas: Ninfa de Fuego

¡Hola Steemians!



Hoy les traigo la tercera y última entrega de la serie llamada "Ninfas", la cual consta de 3 partes, cada capítulo contiene una pequeña narrativa y un verso libre dedicado como tributo a tres mujeres que marcaron mi vida. Cada una asociada a un elemento por la naturaleza de su carácter y el tipo de relación que desarrollamos.

Ninfa de Fuego


Así pues, nos acercamos al final de esta historia. No sólo no había logrado curar mi corazón helado, ahora además, se sumaba el sentimiento de culpa que desgarraba mi interior. Me sentía infectado, un ser que trasmitía dolor a donde quiera que iba.

Mi claustro emocional se intensificó, ya no por temor al dolor que podría sufrir sino por temor al daño que podía causar. Si repetir la experiencia de mi primera ninfa era algo que no deseaba, repetir la experiencia con mi segunda ninfa era simplemente inconcebible para mí.

Pero la vida tenía otros planes, nuevamente me demostraba que lo que me deparaba no era precisamente lo que deseaba, sino lo que necesitaba.

Pues fue en una ilusión azarosa, en donde un cúmulo de factores tan diversos y dispares se alinearon para que el destino obrara con su capricho, el capricho de juntarnos mi tercera ninfa.

Cautivaste mis sentidos a la distancia, como una polilla que se ve atraída por el brillo de una fogata en una noche de verano, así fue mi atracción por ti. Eres fuego hecho mujer, una energía vital. Con tu calor derretiste de golpe mis muros de hielo y desconfianza, eliminando aquello que en mí se había asentado.

Nos precipitamos al encuentro sin vacilar, no había espacio para tales nimiedades. Pronto nos dimos cuenta que la ilusión no era tal, que algo se había formado entre los dos. Sin dudar nos hicimos uno, y me encontré abrazado por el fuego de tu alma.

Fuego de pasión, de vida, de un nuevo comienzo. Conectamos desde ese primer encuentro a un nivel que ninguno de los dos esperaba, te habías acostumbrado a arder sola, brillando a tal intensidad que pocos se atrevían a acercarse y yo me había acostumbrado a mi fría soledad. En mi andar, jamás hubiese pensado encontrar a alguien capaz de volver a enardecer las brazas de mi alma helada.

Nos complementamos mutuamente.

Poco fue lo que dijimos ese primer día, no había necesidad. Nuestra intuición sobre lo que sentíamos superó la formalidad de expresarlo en palabras.

Ambos teníamos la misma idea, la misma sensación, el mismo pensamiento:

El de por fin habernos encontrado...

—Aún no creo que esto este pasando — me dijiste con tu cabeza recostada en mi pecho.

—Ni yo — te respondí en voz baja —y no voy a perderte por nada del mundo — pensé solo para mí. Aunque (aun hoy) sé que siempre sabes los que estoy pensando.

Puede ser una locura lo que experimentamos, y puede que sea un niño jugando con fuego. Pero como aquel ancestro primitivo que descubrió los beneficios del fuego superando su miedo natural, yo me encontré superando mis miedos por ti, y encontré un mundo nuevo de amor a tu lado.

Y sólo puedo pensar...

Sí, me arriesgo al intentar una vez más. Sí, me arriesgo a estar tan cerca de tus llamas. Sí, es posible que ambos resultemos heridos. Mas por este sentimiento vale la pena el riesgo.

—Estamos locos, ¿lo sabes no?— sueles repetirme a cada momento juntos

— tal vez, pero amo nuestra locura — te digo con una sonrisa en mi rostro.

Una sonrisa que proviene del corazón, de la incertidumbre. Pues no se si todo resultará, pero al menos se que he vuelto a ser el mismo. Un ser con fuego en mi alma, uno que el agua no volverá a extinguir, uno que no volverá a hacer arder ningún otro bosque.

Por el momento, es así como termina la historia de mis ninfas, sin saber lo que vendrá. Pero con la convicción de que encontré a la ninfa de mi vida, aquella con la que deseo arder por toda la eternidad.

Y aunque estemos locos, nos unirá siempre nuestra locura.


A ti, abrasador delirio



Eres fuego

Una combustión de los sentidos,
imponente frenesí apasionado.
Un espíritu libre y soberano,
la brasa que cauterizó mi amor herido.

Eres la hoguera que me abrigó del frió,
la almenara que iluminó las tinieblas de mi vida.
Luz de amor, pasión y alegría;
flamas que encendieron el corazón mío.

Y yo, un niño jugando con fuego,
pero vale la pena el riesgo de arder .


Eres calor

Calidez que encuentro en tu sonrisa,
vuelvo a ser el bromista que alguna vez fuí.
Encuentro consuelo en el fulgor de tu mirada,
me invita a soñar nuevamente en un final feliz .

A mi vida llegaste,
no te imaginaba,
pero estaba esperándote,
sin saberlo, sin quererlo, pero el destino obró su deseo.

El deseo de juntarnos,
el deseo de atar nuestras almas incandescentes.


Eres mi vida

Por que no todo fuego es dañino,
a veces es lo que se necesita para que la vida vuelva a florecer.
Me caliento con las llamas de tu amor,
que se nutren con el combustible del mío.
Y en ellas volví a renacer,
como el ave fénix me elevo
y me pones a pensar en un mundo perfecto,
donde solo seamos tu, yo y nuestro anhelo
de consumirnos juntos en nuestro incendio.

Llevo tu amor grabado al fuego en mi ser,
y prometo amarte como jamás amé.


a ti, a ti ninfa...
a ti te agradezco.

Y le pido a Dios que seas la última ninfa en mi camino.


-T-

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Por razones de estética del post, las imágenes se encuentran enlazadas con un hipervínculo hacia su fuente.

Dedicado a las ninfas de mi vida.

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