Jugando Swordigo - Parte IV.

Anteriormente en Swordigo, el joven guerrero que ahora es conocido como héroe, se había adentrado en un lugar abandonado llamado Forgotten Keep, dicho lugar es todo un caos lleno de mucha oscuridad y repleto de trampas por doquier. El héroe bajó hasta lo más profundo de ese lugar, donde yace el espíritu de su maestro, el cual pudo revelarle información sobre el arma legendaria y además de enseñarle a realizar un nuevo hechizo apodado Bomba Mágica, el héroe recuerda haber visto algunas estructuras débiles y piensa que quizás con la explosión de ese hechizo pudiera terminar de destruirlas.

Al salir de la bodega se encuentra con la primera estructura agrietada o en mal estado, realiza su nuevo hechizo y deja la bomba sobre dicha estructura, al explotar se vuelve pedazos y puede visar el botón que estaba allí debajo que le permite abrir la reja que le impedía continuar, cumpliéndose así la teoría que el héroe venía pensado, él continua con su camino hacia la parte de arriba de este oscuro lugar, durante dicho camino se enfrenta a varios
Corrupted Snort, derrotándolos de manera efectiva, también pasando exitosamente por algunas trampas con púas y hachas muy bien afiladas.

El héroe ya en la cima del lugar, llega hasta otra de las estructuras frágiles que ya había visto con otro botón debajo y una reja cerrada cerca del lugar, hace su hechizo de la misma forma anterior para derrumbar esa estructura, poder pisar el botón y continuar a través de la reja. Luego se dirige a una trampa donde lo estaba esperando un Tainted Knight, el héroe deberá de derrotarlo para que las rejas se abran y él poder continuar, así lo hace, dándole el golpe de gracia con un disparo de la bola mágica, luego de abrirse las rejas puede continuar hacia donde supuestamente se encuentra la gran Mageblade, el arma legendaria.

En este lugar se sigue manteniendo un ambiente hostil y de completa oscuridad, no pasan ni tres segundos cuando el héroe es esperado y ataco por un Charger, el héroe logra neutralizar su embestida con una ráfaga de disparos mágicos, ya neutralizado lo acaba con su espada. Luego el héroe comete un error y cae por un precipicio, él puede resistir ante esta caída, pero no le quedan ganas de volver a caer, así que comienza a andar con más cuidado en la búsqueda de una llave que le permita abrir una reja para seguir avanzando, utilizando par de cajas pesadas colocándolas una arriba de la otra para poder llegar a un lugar muy alta que es donde se encuentra dicha llave que necesita. Con la llave en su poder se dirigiré a abrir la reja y entra a otro lugar que también es una trampa.

—¿Tendría razón el maestro? ¿O todo este lugar es una trampa para acabar conmigo?— Se pregunta así mismo el héroe.

El héroe no tiene tiempo para reflexionar ante estas preguntas, ya que frente de él se encuentra una criatura malévola muy gigantesca, muy distinta a las que él se venía enfrentando. Esta criatura posea golpes tan poderos que con uno de ellos hace vibrar todo el lugar. Empieza la batalla, el héroe con su mente perturbada por tantas incógnitas ocasionando que se distraiga por un segundo y la criatura logra darle con uno de sus golpes fulminantes, luego de eso el héroe logra conectarse y concentrarse en la batalla, comienza a mantener la distancia para evitar otro ataque de esos, empuñando su espada va atacando a esta criatura y por cada golpe se aleja de forma rápida para mantener un poco la distancia, se mantiene esta dinámica hasta que se coloca muy cerca para darle el golpe final.

Luego de la destrucción final de la criatura, sale de su cuerpo una especie de espíritu oscuro muy maligno, que al parecer ese espíritu era es que estaba controlando a la criatura, dicho espíritu posee una silueta muy parecida al que había enfrentado el héroe anteriormente en los bosques de su pueblo, la Villa Cairnwood. Dicho espíritu no tarda en expresar algunas palabras:

—JA JA JA JA JA. Nos encontremos de nuevo estúpido niño, si estás buscando la espada Mageblade, ya es demasiado tarde, la he roto, así que ahora tu mundo está perdido. ¡Es hora de que mueras!

Después de esas escalofriantes palabras, el héroe termina de confirmar de que si es con el que se había enfrentado semanas atrás en el bosque. Inicia una caótica batalla, el espíritu realiza un hechizo originando que caiga magia maligna del techo, también anda portando largas espadas muy afiladas, le dispara una gran bola de energía maligna al héroe y comienza a girar con sus espadas persiguiéndolo. Al héroe se le dificulta esquivar tantos disparos de magia maligna que vienen desde el techo, desde el mismo espíritu y sumándose sus ataques afilados con ambas espadas, el héroe logra evadirlo y plantarse en el centro de la habitación, aprovecha la oportunidad para lanzar una raga seguida de disparos mágicos, se queda sin energía y en ese momento es embestido por el ataque circular con espadas propiciado por el espíritu. El héroe logra esquivarlo sin recibir tanto daño, recupera un poco de energía y continúa disparándole, el espíritu maligno en otro intento de envestir al héroe queda acorralado y este aprovecha el momento para dispararle una gran bola mágica, el espíritu intenta retenerla con energía propia, durante un par de segundo el intento es fallido y explota, ocasionado la desaparición de dicho enemigo y que se abran la puerta hacia el lugar donde se encuentra la espada legendaria, el héroe se dirige hasta ese lugar y puede ver una parte de la espada, al parecer es espíritu tenía razón, si la destruyo.

Mis estimados lectores, Jugando Swordingo formará parte de una serie de publicaciones que representara mi travesía en el videojuego. Si desean conocer de que trata el juego o un análisis detallado del mismo, puede entrar aquí, donde se explica de manera excelente y muy sencillo todo sobre Swordigo. Nos vemos en la próxima parte.