Es el recuerdo de otro el que me empuja a nadar en los míos propios en una forma de decir adiós a mi infancia y juventud, es un momento mágico en el que me miro y me doy cuenta que no soy un sueño de una niña luego de una discusión mi madre, si no soy yo, una mujer en la mitad de la tierra, traída por un amor, una mujer que escogió un sueño dejando por el camino otros, otros que ahora me persiguen noche a noche como una serpiente que se retuerce, se desfiguran como espíritus cambiando de edad, forma, nombre. Mi piel envejece y estos compañeros se me atraviesan por los rincones de mis recién estrenadas arrugas y esos sueños empiezan a tener nombres, ojos, voces.
Mi infame realidad abandonada en un pueblo, lejos de Chile me hace cerrar los ojos y llamar a la esencia de mi ser, a mi zona segura.
Sentí a mi madre, venia del trabajo a casa y sentí a la Kela a mi lado, de pronto como una brisa sentí a mi papi y mis hermanos los sonidos de Santiago, las micros, los vendedores y mi viejo caminando entre esa masa. Con Pablo teníamos la capacidad de encontrarnos donde fuera, no importaba lo multitudinario del sitio o lo extraño, si decidía hallarme era capas de hacerlo cruzando una muralla de policías tirando bombas lacrimógenas y yo, juzgaba ese acto como lo más natural del mundo, ver a mi padre aparecer entre la muchedumbre corriendo entre el humo y los gritos y las molotov volando y él sonriendo al verme hacerme una señal y montarme en el auto que cargaríamos con mis amigos perdidos. Mi padre, Pablo, siempre al rescate. Me lo imagino caminando entre la masa santiaguina entre los miles de pensamientos y mundos que encierran a Santiago, cruzando la Alameda después de ir al banco, mi madre agarrada de su brazo, he visto fotos, ahora ella tiene el pelo más corto y cano, ya no es esa gran masa negra, abundante y rizado, una especie de selva donde las manos podían perderse, a veces se hacia una trenza que casi le llegaba a la cintura. La espalda muy recta camina por el mundo con la frente alta porque sabe, en el fondo que es la princesa que soñó Eva.
Mi abuela que tenia fama de bruja decía que las letras ordenan los pensamientos y los fantasmas. Ahora seguiré su consejo e intentare colocarlos en línea y disciplinarlos para que me permitan vivir en medio de un bosque de grúas detenidas en el centro de una crisis económica, clavada en un país desarrollado cuyos pueblos están incomunicados perdidos en una moderna administración que no permite la llegada de algo tan básico como un teléfono... pero supongo que es otro tema. Ahora intentare definir esas pequeñas heridas que me han dado forma. Intentar resolver cómo he llegado aquí para saber como salir. Y son mis dedos los que indican una dirección en un mapa al sur del mundo, en un país que se abraza porfiadamente al mar de forma vertical, en esas rocas y Árboles porfiados se conjugaron tantos mundos como son los que siento ahora mismo. Pero todo comienza en el centro, el centro de ese universo lejano llamado Chile.
Pedro Lagos con Víctor Manuel v/s Chaullín con Aeropuerto.
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2 Parte: @dcaroa/reflejo-de-mis-sombras-2a-parte-pedro-lagos-con-victor-manuel
3 Parte: @dcaroa/reflejos-de-mis-sombras-3a-parte-chaullin-con-aeropuerto
4 Parte : @dcaroa/reflejos-de-mis-sombras-4a-parte-el-melon-con-vino-y-la-revolucion
5 Parte : @dcaroa/reflejos-de-mis-sombras-5a-parte-el-vuelo-de-lucia
6 Parte : @dcaroa/reflejos-de-mis-sombras-6a-parte-reencuentro-en-golpe